La consultora Ecolatina proyecta una caída del 20% interanual para el segundo trimestre. “Para saber si ya tocamos piso, hay que saber qué va a pasar con el coronavirus. Si ya pasamos la peor parte, entonces sí habríamos tocado piso. En cambio, si hay algún rebrote, la actividad podría seguir cayendo en relación a abril”, sostuvo por su parte Matías Rajnerman, quien detalló: “La negociación de la deuda podría ayudar para la recuperación, sobre todo si abre espacio para que el Tesoro tenga financiamiento en pesos del mercado. De todas formas, aunque se pueda llegar a un acuerdo con la deuda, si la cuarentena se extiende, no alcanzaría para torcer el rumbo”. En ese sentido, desde la firma estiman una caída para este año del 12%. Siempre y cuando, “suponiendo que a mediados de agosto superamos la cuarentena y no hay rebrote”, concluyó Rajnerman.
“Estimamos para el segundo trimestre la contracción más fuerte del año. En ese período se va a ver más acentuada la caída de la actividad y esperamos que ronde, comparado con el trimestre anterior, alrededor de un 21%. En términos interanuales, esperamos que la caída sea de alrededor del 24%, realmente muy pronunciada”, señaló Julia Segoviano, de la consultora LCG, quien subrayó: “De todas formas creemos que el piso ya pasó. Es muy probable que abril haya sido el piso, donde se vio un desplome histórico. Para lo que queda en la segunda parte del año, va a haber un rebote. Y no sólo porque se está flexibilizando la cuarentena, sino también porque las bases de comparación son realmente muy bajas. La discusión está en cómo va a ser ese rebote y lo que esperamos es que, si bien se vea un repunte en la actividad, no llegue a alcanzar los niveles previos de la cuarentena”.
Desde la consultora Eco Go, en tanto, proyectan una caída para el segundo trimestre en términos interanuales de alrededor de un 18%. En tanto, se reflejaría una contracción del 14% en relación al primer trimestre. “Si bien al final del primer trimestre se empezó a notar la cuarentena, en abril y mayo las medidas de aislamiento se sintieron con más fuerza. En esos meses, sobre todo en abril, se percibió una marcada caída en la movilidad. Ya en junio, además de la movilidad, se vio una mayor demanda de electricidad y en otros datos que evidencian una leve recuperación que debería consolidarse en el tercer y cuarto trimestre del año”, aseguró Juan Ignacio Paolicchi, quien remarcó: “Nuestra proyección es una caída del 10,6% promedio en el nivel de actividad en el año. El punto de partida para el segundo semestre y el 2021 es, en gran medida, lo que suceda con el tema de la deuda. Si se descomprime el frente financiero, va a dar un poco más de margen para bajar la inflación. Y eso debería impactar positivamente. También va a depender de lo que el Gobierno haga con el déficit fiscal. Porque si el Gobierno sostiene estos gastos transitorios por la pandemia como permanentes, sin mecanismos de financiamiento, se genera un problema porque puede impactar sobre las expectativas de inflación, no es sostenible y paradójicamente, la baja en el déficit fiscal puede generar parte de las condiciones para un rebote en el nivel de actividad”.