El oficialismo enfrenta, fuera del país, una compleja negociación de la deuda tras 12 años de kirchnerismo y cuatro años jugosos de macrismo. En simultáneo, y si se mira hacia dentro, el Gobierno reconvierte esa situación en la posibilidad de blindar ese trámite desde la política -sin importar su resultado- junto a su ajuste “solidario” bajo un nuevo “relato”: el primer paso es aprobar hoy, en Diputados, el proyecto de restauración de la “sostenibilidad” de pasivos bajo legislación extranjera, que ya tiene votos de sobra y que buscará ser sancionado por el Senado el miércoles próximo -tal como adelantó Ámbito Financiero en su edición del viernes último-, horas antes de la partida de Cristina de Kirchner a Cuba.

La sesión, que comenzará desde el mediodía, tiene un complemento que no pasa desapercibido, y es la sanción del nuevo freno al Pacto Fiscal original de fines de 2017. El objetivo es que las provincias dejen de bajar tributos locales, como Ingresos Brutos y Sellos, para recaudar más y calmar arcas oficialistas y opositoras que piden, como siempre, un poco más. Esta iniciativa pasó en un abrir y cerrar de ojos por el Senado en diciembre pasado, pero ahora genera ruido en algunos legisladores antikirchneristas ante la “pasividad” y “ruegos” a Casa Rosada de los gobernadores radicales Gerardo Morales (el jujeño es el más peronista dentro del centenario partido), Rodolfo Suarez (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes), y del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
“Siendo oficialismo tuvimos la idea del Pacto Fiscal para bajar impuestos provinciales y la ejecutamos. No fue fácil pero fue una de las victorias a sostener. A fines de 2018 se tuvieron que hacer retoques porque los gobernadores peronistas no nos querían ceder votos para el Presupuesto 2019, en medio de una crisis cuando voló el dólar. Pero ahora, que ya no somos más gobierno, ¿por qué vamos a mirar hacia un costado y borrar con el codo lo que escribimos con la mano? ¿Tan mal se manejaron los distritos que nos quedan a nosotros?”, lanzó ante este diario un diputado de Juntos por el Cambio, que atajó bronca de varios colegas macristas durante la jornada.Como si fuera poco, anteanoche, de manera sorpresiva, la diputada y referente de la Coalición Cívica, Elisa Carrió -ya tiene aval de la Cámara para su renuncia a la banca, que se hará efectiva desde marzo-, dejó claro que su bancada acompañará el proyecto de deuda.

Como si fuera poco, anteanoche, de manera sorpresiva, la diputada y referente de la Coalición Cívica, Elisa Carrió -ya tiene aval de la Cámara para su renuncia a la banca, que se hará efectiva desde marzo-, dejó claro que su bancada acompañará el proyecto de deuda. “Cuando la Argentina atraviesa una crisis de desconfianza interna y externa producto de torpezas o de actitudes irresponsables de algún gobernador o funcionario actual, tenemos el deber de sacar la renegociación de la deuda del ámbito partidario y actuar unidos habilitando la renegociación”, aseguró “Lilita”.

A través de redes sociales, Carrió también dijo que “lo que no se puede votar es el Consenso Fiscal, porque la no disminución de los Ingresos Brutos funde a las pymes y clases medias argentinas que dan trabajo, lo mismo que la no suba del mínimo no imponible para Ganancias”. El clima se tensó tanto en las últimas horas para Juntos por el Cambio que la reunión del principal interbloque opositor en la Cámara baja no se realizó anoche sino que será hoy, dos horas antes de una sesión que se iniciará al mediodía.

Cronología

Durante la mañana, el presidente de Diputados, Sergio Massa, recibió a los tres gobernadores radicales, a Rodríguez Larreta y a los referentes de Juntos por el Cambio en la Cámara baja Álvaro González (PRO), Mario Negri (UCR-Córdoba) y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica-Ciudad de Buenos Aires), entre otros.

Allí, los opositores exigieron a Massa respuestas del Gobierno con respecto a la inclusión de las deudas de las provincias en la ley -o en otra-. algo que negó Casa Rosada. En paralelo, las comisiones de Presupuesto y Hacienda; y de Finanzas, comandadas por los legisladores kirchneristas Carlos Heller y Fernanda Vallejos, respectivamente, presidieron un plenario para apurar el dictamen del proyecto, que consiguió el guiño de bloques menores -pero claves para el quorum y votos- como el del lavagnismo y Unidad Federal, de José Luis Ramón. Expusieron sólo dos funcionarios del Ejecutivo: uno del Tesoro y otro del Ministerio de Economía.

Durante el convite con Massa, los representantes de Juntos por el Cambio deslizaron -excepto Ferraro, que como Coalición Cívica se adhirió a los dichos en redes sociales de Carrió- la posibilidad de un acompañamiento -o abstención, en el peor de los casos- ante un compromiso de parte de Casa Rosada con respecto a las deudas de las provincias.

Más tarde, la apretada agenda obligó a Juntos por el Cambio a realizar su Mesa Nacional -es decir, un encuentro institucional- en el propio Congreso. Hasta allí llegaron, además de los jefes de los bloques e interbloques en Diputados y el Senado, la exministra de Seguridad y futura titular del PRO, Patricia Bullrich; el de la UCR y actual legislador, Alfredo Cornejo; los mandatarios provinciales y el excandidato a vicepresidente Miguel Pichetto.

Allí se ratificó la negociación iniciada por la oposición con Massa y se delegó en los senadores la adopción de una postura “unificada” con respecto a la designación del próximo procurador general de la Nación. El candidato del kirchnerismo es el juez federal Daniel Rafecal, a quien desconfía la Coalición Cívica, que a su vez no cuenta con legisladores en la Cámara alta.

El día no terminó allí, ya que la extensa negociación continuó anoche, tras la visita a Diputados que realizaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, para “convencer” a los macristas, en tándem con Massa. Pasadas las 21, Negri expresó: “Hemos logrado que escuchen nuestro pedido de que haya un marco institucional para discutir la relación de provincias y Nación. Mañana -por hoy- vamos a votar en la sesión un proyecto de resolución y vamos a crear una mesa de trabajo entre el Ejecutivo y el bloque mayoritario de la oposición para analizar la sustentabilidad de las deudas de las provincias. Para nosotros es un logro porque vamos a tener un espacio formal de diálogo y nos corremos así de un escenario de discrecionalidad”.

De cara a la votación en particular de la iniciativa, desde la oposición manifestaron a este diario que se incluirá un artículo para que las provincias puedan adherirse a la ley Guzmán. Ello no significa una unión masiva de distritos, ya que alguno de ellos cuentan con mejores condiciones que Nación para reestructurar sus pasivos, sino una oportunidad para quienes se encuentran en mayores desventajas.