Los empleados de Andes no cobran sus sueldos hace cinco meses, tienen paritarias vencidas hace ocho meses, no percibieron el primer medio aguinaldo de este año ni el bono que prometió el Gobierno nacional a fines del año pasado.

Armanino advirtió que los trabajadores de Andes están en una situación dramática: “Hay compañeros que vienen a comer al aeropuerto, al tiempo que mandan a sus hijos a comedores; compañeros que empezaron a hacer changas para comer e incluso muchos empezaron a vender sus muebles para alimentar a sus familias”.

Contó que algunos trabajadores que tenían camionetas se ofrecen para hacer fletes y otros, que dejaron los departamentos o casas donde vivían porque no pueden pagar los alquileres, volvieron a vivir con los padres o algún familiar.

“Esto no pasó nunca”, afirmó Armanino, aunque recordó que “un antecedente similar en Salta es lo que se vivió con Dinar, en 2002”.

Rafael Cornejo Solá, gerente de Andes en Salta, manifestó semanas atrás que el atraso de los salarios del personal y de toda la empresa fue uno de los trastornos que desencadenó la deuda de Chubut, que los puso al borde de “una situación bastante crítica”. Según dijo, Andes tiene unos 320 empleados y en Salta hay unos 77.

Política “low cost”

“Entendemos que la situación de Andes no es por culpa de Andes, sino de la política aerocomercial que lleva adelante el Gobierno”, expresó Álvarez días atrás.
Consideró que el disparador de la situación en la que está la empresa fue “la revolución de los aviones”, con la que el Gobierno dejó que ingresaran al país las “low cost”.
Observó que estas empresas “rompieron el piso tarifario”, por lo que las aerolíneas tradicionales tuvieron que bajar los precios para competir, en una actividad con costos dolarizados. Dijo que todas van a pérdidas, pero Aerolíneas Argentinas y Latam “tienen otra espalda, que les permite aguantar”.
“Andes no puede competir y es la única empresa que es 100 por ciento argentina”, manifestó.
Cornejo Solá criticó también la política aerocomercial del Gobierno. “Esto de competir deslealmente con las ‘low cost’ que llegaron al país nos puso patas para arriba, junto con la deuda de Chubut”, afirmó.