Luego de los severos cuestionamientos al funcionamiento del sistema de voto electrónico que generó largas filas y fuertes demoras en los centros de votación de la Ciudad de Buenos Aires, la jueza federal con competencia electoral María Servini hará una presentación judicial para que las elecciones porteñas se realicen un día diferente al 22 de octubre cuando están previstos los comicios nacionales, o en su defecto que se disponga que los ciudadanos asistan en esa misma fecha a mesas distintas para votar por cada categoría. 

La magistrada está acopiando información sobre las fallas en alrededor de 250 máquinas electrónicas de las 7300 que habían sido instaladas en los centros de votación. El Instituto de Gestión Electoral, que es el organismo de la Ciudad que organizó el comicio, minimizó las irregularidades e informó que fueron 111 las máquinas con problemas, y no 250 como denunció la Justicia electoral.

Las principales fallas se registraron en la impresión de las boletas electrónicas con la información del voto en cada una de las categorías. Sin ir más lejos, la precandidata presidencial de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich tardó 20 minutos en poder efectivizar su voto, luego de muchos intentos.

Para la jueza, el sistema de votación concurrente mostró claras inconsistencias y, por ende, no debería repetirse, o al menos debería rediseñarse para evitar los problemas que suscitó el domingo pasado, cuando en la Ciudad de Buenos Aires se terminó de votar en varios establecimientos después de las 19.30 hs, cuando el horario de finalización previsto era a las 18 hs.

Una postal de aquella jornada fue la de largas colas de gente que esperó hasta dos horas para sufragar en la mesa de votación. Inclusive a raíz de que muchas máquinas de votación electrónica no estaban funcionando correctamente, las autoridades le indicaron a muchas personas que se fueran a sus casas y volvieran al cabo de un tiempo a la escuela para votar.

En abril pasado, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta anunció que se organizarían elecciones “concurrentes” en las mismas fechas de los comicios nacionales, pero con un mecanismo de voto electrónico.

Este desdoblamiento fue interpretado como un favor político hacia el senador Martín Lousteau en la interna contra Jorge Macri, quien pese a ello terminó imponiéndose en las PASO el domingo pasado sobre el radical.