Continúan los reclamos por los ocho bailarines del Ballet de la Provincia a los que no se les renovó el contrato. Los bailarines y el gremio de ATE  ya se manifestaron en la puerta de la Secretaría.

Ahora, los músicos de la Sinfónica tocarán mañana viernes al mediodía frente a la Casa de la Cultura (Caseros 460) como repudio ante la falta de solución sobre el concurso y los despidos de la Secretaria de Cultura a cargo de Sabrina Sansone.

Las artistas y trabajadores son parte del Ballet de la Provincia desde hace 12 años. En sus manifestaciones cuestionan que no se haya suspendido esta vez el concurso -en el contexto de emergencia sanitaria por la pandemia- que se hace cada dos años, y que deja a trabajadores en la calle sin su fuente laboral.

Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Salta, ya se impugnó el concurso por varios vicios en el procedimiento que determina su nulidad. Había sido convocado el 25 y 26 de marzo por la Secretaría de Cultura provincial para cubrir 44 cargos de bailarines del Ballet de la Provincia, dependiente del Instituto de Música y Danza (IMD).

Las razones del repudio

Para ahondar en las razones de esta nueva manifestación de repudio, el pedido de nulidad y los bailarines despedidos, Nuevo Diario diologó con Eugenio Tiburcio, delegado de los Músicos de la Sinfónica.

“Cada dos años se hace este concurso abierto para los bailarines y bailaines del Ballet Provincial, siempre ha sido así. Pero este último concurso se realizó de una manera muy irregular inclumpliendo el reglamento que hizo la misma Secretaría de Cultura”, explicó Tiburcio.

Al detallar sobre el punto de la nulidad del concurso, añadió que “esta vez no se dispuso de los veedores establecidos en el reglamento. Es decir, no se informó a los gremios de que se iba a realizar el concurso para que ellos designen a los veedores; pero se hizo igual sin los veedores gremiales, que actúan como una garantía de transparencia para que se cumpla todo el procedimiento formal establecido en el reglamento”.

Por solo este hecho, el concurso “es absolutamente improcedente, no tiene antecedentes en la Secretaría de la Cultura”, y por ello se pide su impugnación.

“Para colmo de males, en este concurso viciado de nulidad, se despide a ocho bailarines y bailarinas que venían trabajando hace 12 años en el Ballet, en un contexto crítico de pandemia. Creemos que dejar a gente en la calle sin trabajo, sin obra social, sin sustento en estos momentos es muy grave”, concluyó Tiburcio.