Mientras tanto, el del West Texas Intermediate (WTI), en EEUU, se desplomó 5,5% a u$s37,39 el barril, después de ganar un 2,6% en la sesión previa. De esta manera, alcanzó su nivel más bajo desde el 2 de octubre.
Cabe recordar que, según las cifras semanales de la Agencia estadounidense de Información sobre Energía (EIA), las reservas de crudo en EEUU se ubicaron en 492,4 millones de barriles (mb) al 23 de octubre, lo cual significó un alza de 4,3 mb cuando los analistas esperaban un aumento de 1,5 mb.
En este nivel, las reservas de crudo se ubican 9% por encima de la media de los últimos cinco años. Este incremento es producto de un fuerte aumento de producción de 1,2 mb diarios (md) a 11,1 mbd, un máximo en cinco meses, tras el pasaje de varios huracanes por el golfo de México.
El reporte presionó a la baja los precios del petróleo, ya deprimidos por la perspectiva de una demanda débil por el avance de la pandemia de coronavirus en el mundo. En este marco, el WTI llegó a retroceder 6,3% a u$s37,08 durante la jornada, para luego recortar pérdidas sobre el cierre.
El informe semanal de reservas en Estados Unidos mostró además que las existencias de gasolina bajaron en 900.000 barriles, mientras los analistas esperaban que se mantuvieran estables. Por su parte, los stocks de productos destilados (como el carburante de calefacción) bajaron 4,5 mb, muy por encima de lo esperado.
En tanto en Cushing, Oklahoma, donde se ubican los reservorios que contienen el crudo que sirve de referencia el WTI de Nueva York, los stocks de gasolina cayeron en 400.000 barriles. En las últimas semanas, los norteamericanos consumieron una media de 18,8 mbd, 0,5 mbd más que la semana anterior, pero 11,3% menos que en igual período de 2019.