Bettina Romero: “Para Salta, la informalidad y el empleo son un enorme desafío

Periodista: ¿Cómo está la ciudad de Salta en relación a la pandemia?

Bettina Romero: Días atrás, en un encuentro con alcaldes de América Latina y África, coincidíamos en que la pandemia es un desafío global, pero la lucha es local. Porque aunque se tomen medidas por decretos del presidente, el cuidado después pasa por lo cercano. En Salta es un gran desafíos, porque la ciudad tiene una enorme informalidad, con los aglomerados más pobres de la Argentina. La economía se mueve con muchas ferias barriales. Hay que equilibrar lo que pasa nivel nacional, provincial y en la ciudad. Hicimos un trabajo con feriantes, y acompañaron a un pedido de no trabajar cuando subieron los casos. Eso nos permitió mejorar el protocolo. Los más humildes son los que más están sufriendo, y en contención tenemos un programa de ollas comunitarias de la mano de centros comunitarios, la iglesia evangélica y Caritas para llevar unas 50 mil raciones semanales. También creamos refugios para gente en situación de calle. Se sumaron acciones desde muy temprano, como intensificar la limpieza centros de salud y vías de circulación. O establecer una red de ciclovías, porque el transporte público es lo más desaconsejable.

P: ¿Tienen herramientas desde el municipio para mejorar la situación económica?

B.R.: Sí. Por ejemplo, creamos una plataforma “comprá en tu barrio”, para potenciar el desarrollo comercial de emprendedores y vecinos que tienen productos y servicios. Es un buscador que permite ver por barrio y zonas los emprendimientos para impulsar economías de cercanía. Ayuda a la gente que tuvo que cerrar el local. Que pueda vender lo que hace.

P: En un contexto de baja de recaudación, ¿cómo se gestionan estos gastos extraordinarios?

B.R.: No sólo la recaudación ha caído, también los recursos provinciales y la coparticipación. Desde que asumimos buscamos reorganizar los gastos corrientes, para gestionar con austeridad. Hay una necesidad de mejoras y de obras; y para eso se debe ahorrar en gastos superfluos. Eso nos permitió pagar sueldos, aguinaldos y tener una planificación. Tenemos en marcha, por ejemplo, la ampliación de un puente, el San José, que es clave para la ciudad. Salta es la séptima ciudad argentina y ha crecido desorganizadamente. También estamos con trabajos en viales, para mejorar las calles y los accesos.

P: ¿En cuánto depende del gobierno provincial la economía del municipio?

B.R.: Nuestro presupuesto ronda los $6.000 millones, y la mitad es recaudación propia. La otra mitad depende de la provincia y de Nación. Se requiere un replanteo. Es una materia pendiente de décadas. En Salta vive la mitad de la población de la provincia, por eso en algún punto nuestra recaudación requiere que se acompañe de coparticipación. Si queremos una ciudad más inteligente, con más inversión, debemos tener un presupuesto acorde. Queremos transitar un camino de contribución por mejora. Falta iluminación, pavimento, pero también hace falta presupuesto. Estamos en gestiones con el Gobierno nacional para que acompañe con obra pública, y lo mismo con el provincial. Tenemos la buena suerte de que quien fue intendente es el actual gobernador. Sabe las necesidades que tiene esta ciudad.

P: ¿En cuánto impactó la parálisis del turismo?

B.R.: Es dramático. Salta es, sobre todo, turística. Nos ocupamos de estar cerca de este sector y se tomaron medidas: eximir y diferir tributos. Desde nuestro lugar ayudamos a que se sostenga y en prepararnos volver a abrir. Salta es un destino seguro, por las medidas que se tomaron y por cómo se manejó localmente la pandemia. Pero en la provincia se pierden $1.300 millones que generaba el sector, y son miles de puestos de trabajo. El concepto de turismo interno funcionó y la provincia acompañó con créditos.

P: ¿Cómo es su relación con el gobernador Sáenz?

B.R.: Es correcta porque nos conocemos y trabajamos todos juntos por Salta. Tenemos que volcar en acciones lo que venimos hablando: hay barrios sin aguas ni cloacas, tenemos que hacer que lleguen los servicios públicos básicos. De todos modos, más allá de las afinidades personales, lo que importan son las agendas de trabajo. Mientas luchamos contra Covid, tenemos que preparar la Salta que viene. Cómo vamos reanudando la nueva normalidad, para que todos puedan trabajar. Siendo innovadores para traer desarrollos. En Salta tenemos el gran drama del desempleo. Lo único que creció en la provincia en los últimos años fue el empleo público. Necesitamos gestos impositivos e incentivos para innovar, generar polos de desarrollo. Salta es atractiva por el lugar donde está.

P: Mencionó que buscaba apoyo de Nación para obras, ¿cuál es la respuesta?

B.R.: Es positiva. Hay que resaltar la voluntad del Gobierno nacional por gestionar obras en todo el país, independientemente de los colores políticos. Desde que asumí hay buen diálogo. La gente espera un trabajo en conjunto, por cada proyecto hay un gobierno atrás que recepciona y acompaña. Salta es una ciudad linda, grande, con gente joven, tenemos dos universidades. Hace falta inversión, oportunidades y empleo.

P: ¿Qué opina del decreto que restringió las reuniones sociales en todo el país?

B.R.: Venía celebrando que el Gobierno diferenciaba entre AMBA y el resto de las provincias. La situación en Salta es distinta. El ritmo de contagios es distinto y el decreto nos puso a todos en el mismo lugar. Me hubieses gustado un decreto que diferencie, que deje a cada provincia potestades de acuerdo a su contexto. Que reglamente y baje a la realidad.

P: La provincia inició la renegociación de la deuda, ¿qué opina?

B.R.: Confío en que el gobernador llevará las negociaciones a buen puerto. Nos haría mucho daño caer en default, y necesitamos tener recursos para inversión en infraestructura. Lamentablemente le toca a Sáenz iniciar su gestión con una deuda enorme.

P: Da la impresión de que no se terminó de reacomodar el mapa político provincial tras el final de gestión de Urtubey, ¿coincide?

B.R.: Sí, después de muchos años hubo un cambio a nivel nacional, provincial y municipal. Hay una etapa de recambio. Es una oportunidad para hacer las cosas mejor, para sumar nuevos dirigentes, que personas que tiene experiencia sean parte. Sumar mujeres, soy primera intendenta mujer de Salta y es un desafío interesante. Después de tantos años, el fin de Urtubey genera un vacío en algunos sectores, pero también hay dirigentes comprometidos que siguen estando. El mapa político es muy activo, con una agenda de trabajo interesante. El año que viene es electoral, y veremos cómo se da el armados de frentes. Ahora no es el momento, nadie está dedicando tiempo porque es momento de unir buenas ideas y proyectos.

P: Todos los candidatos suelen ir y venir desde el PJ, ¿cómo imagina el futuro del partido?

B.R.: A todos nos entusiasma un PJ activo, que recupere lo que supo ser, que trabaje por la comunidad antes que nada. Todos queremos partidos que nos representen. De chica me afilie al PJ, hasta que no me vi identificada con quienes manejaban el partido. Hubo un estilo muy cerrado de Urtubey. Por eso creamos Salta Nos Une, con impronta peronista. El PJ tiene que militar con compromiso en los barrios, mucha gente se fue yendo de peronismo salteño por cómo se lo conducía, pero no se dejan las banderas ni lo ideales. El PJ se ha pinchado y mucho. En 2017 fui 2017 candidata a diputada por otro frente y salí primera… noveno entró el candidato del PJ.

Entrevista de Ariel Basile