Por la reforma Judicial Raúl Ferreyra propone un Tribunal Supremo de Casación

El jurista Raúl Gustavo Ferreyra, miembro del consejo consultivo que asesorará al presidente Alberto Fernández en el diseño del proyecto de Reforma Judicial, promueve “devolverle a la Corte Suprema su rol de realizador máximo del Derecho” y, con ese objetivo, propone la creación de “un Tribunal Supremo de Casación” que sea una “instancia intermedia” donde resolver el 90 por ciento de los casos que llegan al máximo Tribunal y que no tienen que ver con políticas de Estado, sino con “cuestiones del derecho común”.

La idea capital es discutir abiertamente el funcionamiento de la Corte Suprema que, en la actualidad, descubre momentos de parálisis relevante. El número de miembros no es la cuestión porque no determina decisivamente la naturaleza de sus pronunciamientos, lo que se requiere es devolverle a la Corte Suprema su rol de realizador máximo del Derecho en cuestiones de Estado”, dijo el jurista en una entrevista con Télam.

Para poder cumplir con ese rol, Ferreyra, discípulo de Germán Bidart Campos, el gran constitucionalista de la Argentina del siglo XX, propone la creación de un Tribunal Supremo de Casación en el que se descargue ese 90 por ciento de los casos que le llegan a la Corte y que son cuestiones del derecho común.

El número de miembros no es la cuestión, lo que se requiere es devolverle a la Corte Suprema su rol de realizador máximo del Derecho en cuestiones de Estado.

RAÚL FERREYRA

“Hay que repensar el funcionamiento de la Corte Suprema para legitimar democráticamente el proceso de acceso al Tribunal, el conocimiento de las causas y los momentos para dictar las sentencias”, dijo Ferreyra, doctor y postdoctor en Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde, además, es catedrático de Derecho Constitucional.

El funcionamiento de la Corte es uno de los temas sobre los que trabajará el Consejo Consultivo para el Fortalecimiento del Poder Judicial y del Ministerio Público creado por el Poder Ejecutivo para proponer reformas para el mejor funcionamiento de la Justicia. El resto son: el Consejo de la Magistratura, el Juicio por Jurados y el Ministerio Público.

-Télam: ¿Cuáles son las reformas necesarias que requiere la Corte Suprema de Justicia para un buen funcionamiento?

-Raúl Gustavo Ferreyra: El primer diagnóstico que tenemos sobre la Corte es que actualmente no funciona como sería deseable que funcione y tenemos que pensar desde el punto de vista normativo cómo podemos mejorar su funcionamiento. Hay que pensar para eso los requisitos de admisibilidad y procedencia, es decir cómo las personas llegan a la Corte Suprema. Tal como está hoy, el procedimiento repercute en los tiempos de la Corte para dictar sentencia, lo que la convierte en un tribunal sin plazo para su trabajo, es decir para dictar sentencias.

-T: ¿Cómo debería ser este procedimiento para garantizar el buen funcionamiento de la Corte?

-RGF: Hay que repensar el funcionamiento de la Corte Suprema para legitimar democráticamente el proceso de acceso al Tribunal, Hoy la Corte recibe miles y miles de expedientes relacionados con cuestiones del derecho común, que representan entre un 80 y 90 por ciento de su tarea y que incluyen sentencia dictadas en las 23 provincias o en la ciudad de Buenos Aires, y esa no es tarea de la Corte. La Corte es un tribunal constitucional, guardián del derecho constitucional de la Argentina, entonces hay que quitarle ese 90 por ciento del trabajo. Así, la agilizás, la transparentás, le das mecanismos auténticos, y le permitís dedicarse específicamente a ese 10 por ciento de cuestiones que tienen que ver con asuntos de Estado. Lo que yo propongo es volver a la propuesta de Juan Bautista Alberdi, que en 1852 programó la Constitución nacional y dijo que la Corte Suprema debía ocuparse de las cuestiones del Estado.

T:¿Y ese 90 por ciento de casos dónde se tramitarían, quién se haría cargo?

-RGF: Yo propongo crear un Tribunal Supremo de Casación que se haría cargo de ese 90 por ciento de trabajo y que sería la instancia intermedia anterior a la Corte Suprema. A mí me gustaría que tenga 24 miembros, uno por cada provincia más la ciudad de Buenos Aires.

 Lo que propongo es volver a la propuesta de Juan Bautista Alberdi, que en 1852 programó la Constitución Nacional y dijo que la Corte Suprema debía ocuparse de las cuestiones del Estado.

RAÚL FERREYRA

T: Respecto del Consejo de la Magistratura, ¿cuál cree que será la discusión?

-RGF: El Consejo está mal concebido. Nadie está satisfecho con el Consejo de la Magistratura. Lo primero que hay que hacer es despolitizarlo, con mayor incidencia académica (hoy hay un sólo representante de este estamento), luego repensar una nueva integración del cuerpo. Por otro lado, habría que generar un nuevo reglamento para los concursos para ocupar los cargos de juez, en el que los méritos académicos estén por encima de la experiencia judicial.

-T: El Juicio por jurados es otro de los aspectos que incluye la reforma judicial a la que aspira el Gobierno, ¿cuál es la visión que llevará?

-RGF: El Juicio por jurados está en la Constitución desde 1853, lo único que tenemos que hacer es ponerlo en marcha y luego decidir a qué tipo de delitos alcanzará, es decir si, como en la provincia de Buenos Aires, a delitos graves, o a todos los delitos. En el Juicio por jurados estamos pensando en la justicia penal.

-T: Respecto al Ministerio Público Fiscal, ¿cuál es su posición?

-RGF: Al Ministerio Público Fiscal hay que encuadrarlo con el Código Procesal Penal que tiene Argentina.

-T: ¿En lo operativo, cómo va a funcionar este órgano consultivo?

-RGF: Aún no sabemos cómo será el mecanismo. La primera reunión formal es el 18 de agosto. Yo voy a proponer reuniones presenciales debido a la dificultad de discutir temas técnicos de otra manera. En esas reuniones se discutirán cada uno de los ámbitos y se emitirán dictámenes que podrán ser de minoría o de mayoría o por unanimidad.

-T: ¿Qué formato tendrá la propuesta final, será vinculante?

-RGF: Nosotros tenemos como función elevar un informe al Presidente, que no será vinculante. El puede tomarlo al 100 por ciento o al 50 por ciento, y eso a su vez lo elevará al Congreso para su discusión, donde podrá aprobarse por mayoría simple, porque no requiere mayoría especial, a diferencia de la designación de los miembros de la Corte, que necesita mayoría agravada de los miembros presentes del Senado.

-T: ¿El proyecto que resulte del trabajo del consejo consultivo, llegará en un mismo paquete al Congreso, o serán leyes por separado?

-RGF: Cada una de estas cuatro áreas por las cuales nos convocó el Presidente van a ir en un proyecto de ley por separado porque van con sus propios fundamentos. Pueden entrar las cuatro el mismo día al Congreso, pero van a debatirse por separado.

-T: ¿Cómo imagina el debate en el seno del consejo consultivo debido a la heterogeneidad de miembros?

-RGF: Todas estas cuestiones generan estímulos y resistencias. Incluso, cada una de estas materias en algún momento de la Argentina se han discutido en el Congreso. Quizá lo original de todo esto es que el Presidente de la República va a enviar proyectos sobre cada una de estas cuestiones, que fue para lo que nos convocó.
Fuente:Telam