Los analistas coinciden. Abril, con una caída histórica, supuso el piso para el nivel de actividad económica. Es por eso que señalaron que cuando hoy el INDEC difunda el EMAE de mayo, se verá un rebote en la variación mensual. De todas formas, a raíz de las consecuencias que ocasionó la pandemia durante ese período, proyectan un derrumbe para el segundo trimestre del año en torno del 20%. También pronostican un repunte para el segundo semestre, aunque hay algunas variantes a tener en cuenta.

Para la consultora Orlando Ferreres, el nivel de actividad registró una caída anual en mayo del 14,9%, mientras que en la medición desestacionalizada se observó “una expansión” de 9,2% respecto a abril. Para Ecolatina, la caída en el quinto mes del año fue del 18% en relación al mismo periodo de un año atrás. La baja fue de 18,2% para el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) Germán Abdala. Un derrumbe, de todas formas, menor al que publicó el INDEC en relación a abril: afectada por la parte más férrea de la cuarentena en todo el país, la contracción de la economía fue entonces del 26,4%.

“Para el segundo trimestre tenemos una caída del 19,5%, y consideramos que es el piso de la actividad económica. En mayo y en junio estamos notando algún rebote. En realidad, durante mayo fue casi todo el rebote y en junio fue algo menor. Con respecto a julio, puede darse un repunte según algunos sectores. Depende del tipo de industria”, señaló a Ámbito Fausto Spotorno, director de la consultora Orlando Ferreres. De cara a la segunda parte del año, el economista sostuvo: “Esperamos que el repunte grande se de en septiembre y octubre. Ahí vamos a ver qué es lo que pasa con la actividad. Calculamos que el año va a terminar con una caída de entre el 12,5% y el 13,5%, pero hay que ver cómo se desarrolla esta salida de la cuarentena. Y el año que viene, obviamente la economía va a rebotar, pero difícilmente se recupere todo lo perdido este año. Y el volumen va a depender de muchas otras cosas que todavía faltan desarrollarse, como la inflación, que creo que va a ser un tema a futuro, la presión sobre el dólar, etcétera”.

La consultora Ecolatina proyecta una caída del 20% interanual para el segundo trimestre. “Para saber si ya tocamos piso, hay que saber qué va a pasar con el coronavirus. Si ya pasamos la peor parte, entonces sí habríamos tocado piso. En cambio, si hay algún rebrote, la actividad podría seguir cayendo en relación a abril”, sostuvo por su parte Matías Rajnerman, quien detalló: “La negociación de la deuda podría ayudar para la recuperación, sobre todo si abre espacio para que el Tesoro tenga financiamiento en pesos del mercado. De todas formas, aunque se pueda llegar a un acuerdo con la deuda, si la cuarentena se extiende, no alcanzaría para torcer el rumbo”. En ese sentido, desde la firma estiman una caída para este año del 12%. Siempre y cuando, “suponiendo que a mediados de agosto superamos la cuarentena y no hay rebrote”, concluyó Rajnerman.

“Estimamos para el segundo trimestre la contracción más fuerte del año. En ese período se va a ver más acentuada la caída de la actividad y esperamos que ronde, comparado con el trimestre anterior, alrededor de un 21%. En términos interanuales, esperamos que la caída sea de alrededor del 24%, realmente muy pronunciada”, señaló Julia Segoviano, de la consultora LCG, quien subrayó: “De todas formas creemos que el piso ya pasó. Es muy probable que abril haya sido el piso, donde se vio un desplome histórico. Para lo que queda en la segunda parte del año, va a haber un rebote. Y no sólo porque se está flexibilizando la cuarentena, sino también porque las bases de comparación son realmente muy bajas. La discusión está en cómo va a ser ese rebote y lo que esperamos es que, si bien se vea un repunte en la actividad, no llegue a alcanzar los niveles previos de la cuarentena”.

Desde la consultora Eco Go, en tanto, proyectan una caída para el segundo trimestre en términos interanuales de alrededor de un 18%. En tanto, se reflejaría una contracción del 14% en relación al primer trimestre. “Si bien al final del primer trimestre se empezó a notar la cuarentena, en abril y mayo las medidas de aislamiento se sintieron con más fuerza. En esos meses, sobre todo en abril, se percibió una marcada caída en la movilidad. Ya en junio, además de la movilidad, se vio una mayor demanda de electricidad y en otros datos que evidencian una leve recuperación que debería consolidarse en el tercer y cuarto trimestre del año”, aseguró Juan Ignacio Paolicchi, quien remarcó: “Nuestra proyección es una caída del 10,6% promedio en el nivel de actividad en el año. El punto de partida para el segundo semestre y el 2021 es, en gran medida, lo que suceda con el tema de la deuda. Si se descomprime el frente financiero, va a dar un poco más de margen para bajar la inflación. Y eso debería impactar positivamente. También va a depender de lo que el Gobierno haga con el déficit fiscal. Porque si el Gobierno sostiene estos gastos transitorios por la pandemia como permanentes, sin mecanismos de financiamiento, se genera un problema porque puede impactar sobre las expectativas de inflación, no es sostenible y paradójicamente, la baja en el déficit fiscal puede generar parte de las condiciones para un rebote en el nivel de actividad”.