El proyecto establece los presupuestos mínimos de la modalidad de teletrabajo y cómo garantizar los derechos laborales, tanto en lo que respecta a la definición de una jornada como al derecho a desconexión, o lo que hace a mantener la intimidad del domicilio y la posibilidad de poder revertir esa modalidad y volver al sistema presencial.
Los diputados que se abstuvieron plantearon la falta de beneficios y plazos para las pymes para poder instrumentar ese esquema de trabajo y que sea compartida la posibilidad de revertir el teletrabajo.
También se determina que las personas que trabajen contratadas bajo esta modalidad gozarán de los mismos derechos y obligaciones que las que cumplen tareas presenciales.
Además, se establece que la jornada deberá ser pactada previamente por escrito en el contrato de trabajo, de conformidad con los límites legales y convencionales, tanto en lo que respecta a las tareas desarrolladas fuera de línea como aquellas que se hacen en línea.
Otro punto clave del proyecto aprobado es que se incorpora la perspectiva de género, ya que se establece que la jornada laboral del teletrabajo de las mujeres con niños pequeños o adultos mayores debe adecuarse a esa situación.
La presidenta de la comisión de Legislación del Trabajo, Vanesa Siley, dijo que “hay un interés social de que el tema del teletrabajo se regule” y destacó que “la intención es que se proteja a la parte más débil”, de la relación laboral, en referencia a los empleados.
En su discurso como miembro informante del proyecto, Siley señaló: “Con esta legislación se busca regular un régimen de trabajo que hoy se nos vino encima por la pandemia, pero que ya existía. Muchos diputados habían intentado que se trate”.
En tanto, el vicepresidente de la comisión de Legislación del Trabajo, Albor “Nicki” Cantard, destacó el acuerdo alcanzado con el Frente de Todos sobre el tema y señaló que se buscó que la norma “sea lo menos reglamentaria posible” para que los gremios y empresarios acuerden aspectos puntuales en los convenios colectivos.
Como miembro informante de la oposición, el diputado santafesino dijo que “hay dos grandes problemas que son la desocupación y que el 40% de los empleados no están registrados, por lo cual si le damos los instrumentos, las pymes podrán contratar trabajadores y eso va a redundar en beneficio de todos los argentinos”.
El diputado del Frente de Todos y sindicalista Facundo Moyano aseguró que en el proyecto se establecieron “derechos básicos” para que luego las convenciones colectivas puedan definir cuestiones puntuales de cada actividad.
El sindicalista de la CTA y diputado oficialista Hugo Yasky expresó el “orgullo” de parte de “todos los que fuimos parte de la construcción de un proyecto de ley, que podrá ser perfectible, pero cubre un vacío legal para aquellos que ya realizan teletrabajo”.
El jefe del bloque de la Coalición Civica, Maximiliano Ferraro, señaló que “esta no es la mejor ley que nos hubiera gustado, creemos que estamos perdiendo oportunidades importantes a la hora de incorporar esta modalidad. Pero es el juego del Parlamento, de las mayorías y las minorías, la posibilidad de construir la mejor ley posible; faltan muchas cosas incorporar, pero esta modalidad es la mejor ley posible que hoy podemos votar”.
Desde la izquierda, Nicolás del Caño (FIT) señaló que “más allá de que estamos a favor de legislar para que los trabajadores no sigan quedando a merced de las patronales, acá el diablo metió la cola y vemos varios puntos problemáticos”. Y mencionó que la izquierda no está de acuerdo, por ejemplo, en el segmento que permite “establecer una jornada laboral por objetivos”.