En cuanto a sus Obligaciones Negociables a pagar, según se desprende de su último balance presentado en la CNV por el período de nueve meses cerrado en septiembre, comprenden un monto total de $44 millones.
En este contexto desde la compañía detallaron que esta situación no trae aparejada la paralización de sus plantas de producción ni afecta el normal funcionamiento de su actividad comercial y destacan que están “evaluando distintas alternativas y soluciones para dar cumplimiento a los compromisos. Confiamos en contar con el apoyo de todos para resolver de manera exitosa de este proceso”.
Paradójicamente la firma radicada en Arroyito, Córdoba, conoce de crisis financieras pero siempre fueron ajenas, ya que en su larga trayectoria (fue fundada en 1962) fue absorbiendo otras compañías con dificultades financieras u operativas y de esta manera logró expandirse fuertemente en los últimos años. Incluso su última operación de este tipo se concretó en mayo pasado cuando se quedó con la fábrica de dulces Orieta que padecía serios problemas económicos y así sumó su novena unidad industrial.
De esta manera, en la actualidad la firma comandada por la familia Riba produce anualmente alrededor de 70.000 toneladas de productos entre los que se destacan las mermeladas Dr. Cormillot, dulces Esnaola, además de su marca insignia Dulcor, entre muchas otras. Aunque esto no es todo porque gracias a sus rápidos movimientos para asumir otras firmas, incorporó rubros y marcas entre los que se destacan Vanoli (encurtidos), Yuspe (especias), Angiord (mermeladas y enlatados), TCG (alimentos para mascotas) y Veneziana (panificados).