Malcorra afirmó que en Bolivia hubo un golpe de Estado

Política

Malcorra se diferenció del Gobierno y afirmó que en Bolivia hubo un golpe de Estado

La excanciller justificó su apreciación en tres puntos objetivos: “La interrupción del mandato presidencial vigente, la interrupción no avalada por el Parlamento y el rol de las Fuerzas Armadas”.

La exministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, se diferenció del planteo de Cancillería respecto a la crisis institucional que atraviesa Bolivia y afirmó que el presidente Evo Morales fue víctima de un golpe de Estado.

Malcorra justificó su apreciación en tres puntos objetivos: “La interrupción del mandato presidencial vigente; la interrupción no avalada por el Congreso o el Parlamento; y el rol de las Fuerzas Armadas”.

“Reunidas estas condiciones, desde mi evaluación estamos frente a un golpe de Estado”, concluyó en diálogo con radio La Red.

Explicó además que las denuncias por fraude en las elecciones no justifica el accionar. “Evo Morales es un presidente electo democráticamente. Una cosa no quita la otra, más allá de la cuestión ideológica”, agregó.

La exfuncionaria se diferenció de la postura del actual canciller, Jorge Faurie, quien consideró que hasta ahora “no están los elementos” para describir lo que sucede en ese país como un golpe de Estado “porque las Fuerzas Armadas no han asumido el poder”, aunque planteó la necesidad de que ningún actor “asuma un papel que no le asignó la Constitución”.

“La diplomacia es muy criticada en muchas cosas, pero debe mantener un compás de reglas para no perder relaciones internacionales. No comparto lo que se ha manifestado”, dijo Malcorra.

Al evaluar las diferentes posiciones manifestadas por políticos y funcionarios argentinos en relación a la crisis institucional en Bolivia, señaló que “hay una influencia de lectura político-ideológica”.

En cuanto a la posible solución del conflicto la ex canciller aseguró que “en la región podría generarse un espacio para tender puentes, pero el problema es que la región están muy fracturada y dividida por cortes ideológicos”.

“Hay que encontrar un grupo de gente que sea respetada y que sean capaces de generar diálogo. Lo más preocupante es que las calles de Bolivia están estallando, y no hay nada bueno detrás de eso”, concluyó.