Sin embargo, el 87% de los encuestados afirmó que una reforma laboral es necesaria para bajar la informalidad laboral y aumentar el empleo, frente a un 10% que consideró que no es necesaria.
Los empresarios y directivos de compañías asumen que, en línea con la tradición del kirchnerismo, el próximo presidente dará prioridad al consumo.
En tal sentido, un importante directivo de la construcción comentaba que las mayores preocupaciones se centran en cómo se asistirá a los sectores medios, ya que se da por descontado que el próximo gobierno tenderá a asistir a los más necesitados.
Inflación
El 57% de los consultados espera que la inflación sea menor que la del corriente año, ubicándose entre el 30 y el 50%. Pero 31% apuesta a un rango superior, del 50 al 70%.
“Existe mucho temor entre las empresas por la posibilidad de un control de precios, me enteré que una firma líder de consumo masivo acaba de aumentar toda su línea 25% por las dudas”, acotaba un asesor financiero.
Más allá de la visión crítica del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y a pesar de sus retrocesos, el Mercosur es apoyado en este sondeo a ejecutivos.
Uno de los datos que destaca la encuesta es que el 76% de los empresarios encuestados considera que la clase empresarial argentina no está a la altura del desafío competitivo y de liderazgo social que el país necesita.
Esta especie de “autocrítica” explicaría de alguna manera las dificultades que tienen vastas empresas para ser competitivas.