En efecto, en el Gran Buenos Aires (GBA) alimentos como el tomate redondo, la papa, el limón y la manzana deliciosa exhibieron incrementos mensuales de entre 30% y 50%.
A través de un comunicado, desde el Ministerio de Economía explicaron que estas variaciones respondieron, además, a los ajustes autorizados por la Secretaría de Comercio para los productos incluidos dentro del programa Precios Máximos.
Por otra parte, el rubro en el cual se percibió el mayor aumento de precios respecto de septiembre fue el de prendas de vestir y calzado, con un ascenso del 6,2%, influido por la apertura de shoppings y el Día de la Madre.
También tuvieron ajustes por encima de la media los rubros equipamiento y mantenimiento del hogar (4,5%), afectado por la elevada brecha cambiaria, y transporte (4,2%). Dentro de este último influyeron subas autorizadas en combustibles y en el transporte público de algunas ciudades del interior del país. Estos dos factores también pujaron al alza los precios regulados que, en promedio, subieron un 1,5%.
En el otro extremo, se destacó la variación negativa que tuvo el rubro comunicación en el marco del congelamiento y la decisión del Gobierno de declarar como servicios esenciales a la telefonía, el cable e internet.
Con estos datos, la inflación alcanzó su mayor crecimiento mensual desde noviembre del año pasado. Sin embargo, cabe remarcar que la inflación acumulada se ubica muy por debajo del 42,2% que se registró entre enero y octubre de 2019.
Desde el Banco Central (BCRA) explicaron que esta dinámica fue “favorecida por la acotada volatilidad del tipo de cambio, el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos y las políticas de administración de precios dispuestas por el Gobierno Nacional”. De cara a los próximos meses, en la autoridad monetaria estiman que la inflación volvería a ubicarse en el nivel de los meses previos a octubre.
El número del décimo mes del año se ubicó en un nivel algo superior al que había previsto el sector privado. Las consultoras y entidades financieras que participaron del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central (BCRA), habían proyectado un aumento de precios del 3,2%, en promedio, a la vez que esperan una inflación del 35,8% para todo 2020.
“Si bien se espera que el reacomodamiento de algunos precios conforme avanza la normalización de la economía luego del período de ASPO, particularmente de los servicios, impacten en el Nivel General del IPC en los próximos meses, el proceso de gradual baja en la tasa de inflación seguirá afianzándose durante 2021, en línea con las proyecciones del Proyecto de Presupuesto Nacional”, sostuvo el BCRA. Según el Presupuesto, la inflación sería del 32% al finalizar este año y bajaría al 29% en 2021.