Cardenales y obispos firman un importante documento sobre el coronavirus

NO PERMITAMOS QUE CON LA EXCUSA DE UN VIRUS SE BORREN SIGLOS DE CIVILIZACIÓN CRISTIANA PARA INSTAURAR UNA ODIOSA TIRANÍA TECNOLÓGICA EN QUE PERSONAS SIN NOMBRE Y SIN ROSTRO DECIDAN LA SUERTE DEL MUNDO CONFINÁNDONOS A UNA REALIDAD VIRTUAL.”

En un documento adelantado en primicia en español por InfoVaticana, los cardenales Pujats, Muller y Zen, además de decenas de obispos, sacerdotes y académicos hacen un llamamiento para detener el avance de determinadas prácticas totalitarias que se instauran en gran parte de las naciones cristianas con motivo del Covid19. Aunque en un primer momento aparecía como firmante el cardenal Robert Sarah, éste lo ha negado a través de Twitter.

  • “No permitamos que con la excusa de un virus se borren siglos de civilización cristiana para instaurar una odiosa tiranía tecnológica en que personas sin nombre y sin rostro decidan la suerte del mundo confinándonos a una realidad virtual”.
  • “La criminalización de las relaciones personales y sociales debe considerarse asimismo una parte inaceptable del proyecto de quienes promueven el aislamiento de las personas para manipularlas y dominarlas mejor.”
  • “Solicitamos que nos sean retiradas las limitaciones a la celebración del culto público.”

Estas frases bien podrían ser el resumen del documento que, por su extensión y claridad, recomendamos lean íntegramente:

 

LLAMAMIENTO PARA LA IGLESIA Y PARA EL MUNDO
a los fieles católicos y a los hombres de buena voluntad

Veritas liberavit vos
Jn 8,32

En un momento de gravísima crisis, los Pastores de la Iglesia Católica, en virtud del mandato que hemos recibido, nos consideramos en el sagrado deber de hacer un llamamiento a nuestros Hermanos en el Episcopado, al Clero, a los Religiosos, al pueblo santo de Dios y a todos los hombres de buena voluntad. Suscriben también este llamamiento intelectuales, médicos, abogados, periodistas y profesionales diversos que comparten su contenido, y pueden suscribirlo asimismo cuantos deseen adherirse al mismo.

Los hechos han demostrado que, bajo el pretexto de la epidemia de Covid-19 se ha llegado en muchos casos a vulnerar derechos inalienables de los ciudadanos, limitándose de forma desproporcionada e injustificada sus libertades fundamentales, entre ellas el ejercicio de las libertades de culto, de expresión y de movimiento. La salud pública no debe ni puede convertirse en excusa para conculcar los derechos de millones de personas en todo el mundo, y menos aún para que las autoridades civiles eludan su obligación de obrar con prudencia en pro del bien común. Esto es tanto más cierto cuanto más aumentan las dudas planteadas por muchos en torno a la verdadera capacidad de contagio, peligrosidad y resistencia del virus. Muchas voces autorizadas del mundo de la ciencia y de la medicina confirman que el alarmismo que han manifestado los medios informativos al Covid-19 no parece totalmente justificado.

En base a los datos oficiales sobre la incidencia de la epidemia en el número de fallecimientos, tenemos motivos para creer que hay fuerzas interesadas en generar pánico entre la población con el único fin de imponer de modo permanente formas inaceptables de restricción de las libertades, control de las personas y vigilancia de sus movimientos. Esta forma de imposiciones antidemocráticas preludian de manera inquietante un Gobierno Mundial que escapa a todo control.

Creemos igualmente que las medidas de protección adoptadas en algunas situaciones, incluido el cierre de las actividades comerciales, han desencadenado una crisis que ha hundido a sectores enteros de la economía, favoreciendo con ello la interferencia de potencias extranjeras, con graves repercusiones sociales y políticas. Quienes ejerzan cargos gubernamentales deben impedir estas formas de ingeniería social, adoptando medidas encaminadas a la tutela de sus ciudadanos, a quienes representan y en cuyo interés tienen la grave obligación de realizar sus funciones. Ayúdese igualmente a la familia, célula de la sociedad, evitando penalizar irrazonablemente a los débiles y los ancianos al obligarlos a sufrir dolorosas separaciones de sus seres queridos. La criminalización de las relaciones personales y sociales debe considerarse asimismo una parte inaceptable del proyecto de quienes promueven el aislamiento de las personas para manipularlas y dominarlas mejor.

Pedimos a la comunidad científica que vele porque se promuevan honradamente y con miras al bien común curas para el Covid-19, evitando escrupulosamente que intereses inicuos influeyan en las decisiones de los Gobernantes y los organismos internacionales. No es razonable penalizar remedios que se han revelado eficaces, en muchos casos de bajo costo, para privilegiar curas o vacunas no tan eficaces pero que garantizan ingresos mucho mayores a las empresas farmacéuticas, aumentando los costos de la sanidad pública. Como Pastores que somos, recordemos también que para un católico es moralmente inaceptable inocularse con vacunas en cuya producción se ha utilizado material procedente de fetos abortados.

Pedimos asimismo a los Gobernantes que garanticen que se eviten de la forma más rigurosa los medios de control de las personas sea mediante sistemas de rastreo electrónico o cualquier otra forma de ubicación: a pesar de la gravedad de la situación, el combate al Covid-19, no debe servir de pretexto para respaldar turbias intenciones de entidades supranacionales que albergan marcadísimos intereses comerciales y políticos en este proyecto. En particular, debe permitirse a los ciudadanos la posibilidad de rechazar semejantes limitaciones a las libertades personales, sin imponer forma alguna de penalización para quien no desee beneficiarse de las vacunas, de los métodos de localización y de cualquier otro instrumento análogo. Téngase en cuenta la flagrante contradicción que se observa entre quienes persiguen políticas de reducción drastica de la población y al mismo tiempo se presentan como salvadores de la humanidad sin tener la menor legitimación política ni social. Por último, la responsabilidad política de quien representa al pueblo no puede ser confiada en modo alguno a técnicos que encima exigen para ellos mismos formas de inmunidad personal que resultan como mínimo inquietantes.

Solicitamos enérgicamente a los medios de comunicación que se empeñen activamente en facilitar una información correcta que no sancione el disenso aplicando formas de censura, como está sucediendo de forma generalizada en las redes sociales, la prensa y la televisión. La veracidad de la información exige que se dé lugar a voces no alineadas con el pensamiento único para que los ciudadanos puedan evaluar la realidad con conocimiento de causa, sin ser influidos en gran medida por intervenciones partidistas. Un diálogo democrático y franco es el mejor antídoto contra el riesgo de imponer formas sutiles de dictadura presumiblemente peores de las que ha visto nacer y morir nuestra sociedad en épocas recientes.

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Recordemos, para terminar, como Pastores a quienes se ha encomendado la importante misión de guiar la grey de Cristo, que la Iglesia reivindica con firmeza su propia autonomía de gobierno, de culto y de predicación. Dicha autonomía y libertad son un derecho de nacimiento que le concedió Nuestro Señor Jesucristo para que cumpla las finalidades que le corresponden. Por este motivo, los Pastores reivindicamos enérgicamente el derecho a decidir de forma autónoma en lo que se refiere a la celebración de la Santa Misa y los Sacramentos, como también exigimos plena autonomía en materias que están dentro de nuestra inmediata competencia y jurisdicción, como por ejemplo las normas litúrgicas y la manera de administrar la Comunión y otros Sacramentos. El Estado no tiene el menor derecho a interferir por motivo alguno en la soberanía de la Iglesia. La colaboración de las Autoridades Eclesiásticas, que jamás ha sido negada, no supone por parte de las civiles prohibiciones ni limitaciones al culto público o el ministerio sacerdotal. Los derechos de Dios y de los fieles son ley suprema de la Iglesia que ésta no quiere ni puede abrogar. Solicitamos que nos sean retiradas las limitaciones a la celebración del culto público.

Invitamos a las personas de buena voluntad a no sustraerse a su deber de colaborar al bien común, cada cual según su propio estado y posibilidades y en espíritu de Caridad fraterna. Esta cooperación, auspiciada por la Iglesia, no puede prescindir sin embargo del respeto a la ley natural ni a la garantía de las libertades individuales.

Los deberes civiles a los que están obligados los ciudadanos suponen el reconocimiento de sus derechos por parte del Estado. Todos estamos llamados a valorar la situación actual de forma coherente con las enseñanzas del Evangelio, y ello exige tomar partido: o con Cristo o contra
Cristo. No nos dejemos intimidar ni asustar por quienes nos hacen creer que somos minoría: el bien está mucho más difundido y es mucho más poderoso de lo que el mundo quiere que creamos. Nos enfrentamos a un enemigo invisible que hace separaciones entre sus ciudadanos, entre los hijos y los padres, entre nietos y abuelos, fieles y pastores, alumnos y docentes, clientes y vendedores. No permitamos que con la excusa de un virus se borren siglos de civilización cristiana para instaurar una odiosa tiranía tecnológica en que personas sin nombre y sin rostro decidan la suerte del mundo confinándonos a una realidad virtual. Si tal es el proyecto que tienen para dominarnos los poderosos de la tierra, sepan que Jesucristo, Rey y Señor de la Historia, ha prometido que «las puertas del Infierno no prevalecerán» (Mt.16,18).

Encomendamos al Dios Todopoderoso a los Gobernantes y a cuantos rigen el destino de las naciones para que los ilumine y oriente en estos momentos de grave crisis. No se olvide que del mismo modo que el Señor nos juzgará a los Pastores según por la grey que nos ha confiado, también juzgará a los Gobernantes por los pueblos a los que tienen la obligación de defender y gobernar.

Roguemos con fe al Señor para que proteja a la Iglesia y al mundo. La Virgen Santísima, Auxilio de los Cristianos, aplaste la cabeza de la vieja Serpiente y frustre los planes de los hijos de las tinieblas.

8 de mayo de 2020
Virgen del Rosario de Pompeya
Para firmar el llamamiento:
www.veritasliberabitvos.info
El sitio estará activo desde la mañana del 8 de mayo.

 

Lista de firmantes:

Cardenales
Cdl Robert Sarah, Prefect of the Congregation for Divine Worship
Cdl Gerhard Ludwig Mueller, Prefect emeritus of Congragation of the Doctrine of the Faith
Cdl Joseph Zen Ze-kiun, Bishop emeritus of Hong Kong
Cdl Janis Pujats, Archbishop emeritus of Riga

 

Mgr Luigi Negri, Archbishop emeritus of Ferrara-Comacchio
Mgr Joseph Strickland, Bishopof Tyler, Texas
Mgr Thomas Peta, Metropolitan Archbishop of Astana
Mgr Athanasius Schneider, Auxiliary Bishop of Astana

Mgr. Carlo Maria Viganò, Archbishop, Apostolic Nuncio
Mgr Jan Pawel Lenga, Archbishop emeritus of Karaganda
Mgr Rene Henry Gracida, Bishop emeritus of Corpus Christi
Mgr Andreas Laun, Auxiliary Bishop of Salzburg
Father Serafino Lanzetta, Theologian
Father Alfredo Maria Morselli, Theologian
Father Curzio Nitoglia, Theologian
JOURNALISTS, EDITORS, WRITERS
Dr Aldo Maria Valli, journalist
Dr Magdi Cristiano Allam, writer
Dr Giulio Meotti, journalist
Dr Marco Tosatti, journalist
Claudio Messora, director Byoblu.com
Dr Robert Moynihan, writer, journalist
Dr Jeanne Smits, journalist
Dr Olivier Figueras, journalist
Dr Cesare Sacchetti, journalist
Prof. Giorgio Nicolini, director of Tele Maria
Michael J. Matt, editor The Remnant
John-Henry Westen, co-founder, editor-in-chief LifeSiteNews.com
Vittoria Alliata di Villafranca, journalist and writer
Maria Guarini, editor
Prof. Francesco Lamendola
António Carlos de Azeredo, editor
José Narciso Pinto Soares, editorial counselor
Dr Massimo Rodolfi
Riccardo Zenobi, writer
Danilo Quinto, writer
Olivier Valette, writer
DOCTORS, IMMUNOLOGISTS, VIROLOGISTS, RESEARCHERS
Dr Stefano Montanari, scientific director Nanodiagnostics laboratory, Modena
Dr Antonietta Gatti, research manager, Nanodiagnostics laboratory, Modena
Prof. Alessandro Meluzzi, psychiatrist
Dr Anna Rita Iannetti, doctor, PNEI and biointegrated medicine
Dr Fabrizio Giudici, orthopedic traumatologist
Dr Rosa Maria Roccaforte, cardiologist
Dr Silvana De Mari, doctor
Dr Maria Grazia Sordi, psychologist
Dr Roberto Marrocchesi, nutritionist
Dr Mario Sinisi
Dr Antonio Marcantonio
LAWYERS
Dr Angelo Giorgianni, judge
João Freire de Andrade, jurist
Lawyer Francesco Fontana
Lawyer Luigi Valenzise
Lawyer Fabio Candalino
Lawyer Luca Di Fazio
Lawyer Massimo Meridio
Dr Lawyer Gianni T. Battisti
Lawyer Piero Peracchio
Lawyer Paola Bragazzi
Lawyer Luís Freire de Andrade
Lawyer Heitor A. Buchaul
Lawyer Maître Olivier Bonnet
LECTORS, TEACHERS AND PROFESSIONALS
Hon. Prof. Vittorio Sgarbi, art critic, essayist
Prof. Matteo D’Amico
Prof.ssa Mafalda Miranda Barbosa
Prof. Francesca Maimone
Prof. Martino Mora, philosopher
Prof. Massimo Viglione, historian and essayist
Prof. Elisabetta Sala, teacher and writer
Dr Ing. Alessandro Peracchio
Dr Luca Scantamburlo
Prof. Rosa Maria Bellarmino
Steven Mosher, president Population Research Institute
Prof. Emeterio Ferrés Arrospide, Coimbra University
Prof. Ibsen Noronha
Prof. ing. Amadeu Teixeira Fernandes, Georgetown University
Dr José Filipe Sepúlveda da Fonseca
Dr Alfonso Martone, CNR Italy
Dr Luís Ferrand d’Almeida
Ing. Roberto Imparato
ASSOCIATIONS
Atman Association – President Manuela Baccin
Riprendiamoci Il Pianeta Association – President Magda Piacentini
Movimento 3V – Vaccini Vogliamo Verità – Secretary Luca Teodori
Libera Scelta Association – President Alessandra Bocchi
Iustitia in Veritate Association- Directors
Una Vox Association – President Calogero Cammarata
Comitato Famiglia e Vita – President Franco Rebecchi
Confederazione dei Triarii
AURET, Autismo, Ricerca e Terapie – President Lawyer Roberto Mastalia
Vita al Microscopio Association – President Nino Ferri
Texas Right to Life – Jim Graham
Cleveland Right to Life – Molly Smith

35 comentarios en “Cardenales y obispos firman un importante documento sobre el coronavirus”
  1. No me acaba de convencer. No se identifica al enemigo de Dios y de su santa Iglesia. Todo queda muy vago. Nadie se va a dar por aludido, y menos Bergoglio. El arzobispo Carlo María Viganó es de los pocos que se atreven a colocar a Bergoglio de la parte del problema y no de la solución. Esa odiosa tiranía ya la estamos padeciendo en el seno de la Iglesia Católica. O declaramos la guerra, con las armas de la Fe y la doctrina, a los enemigos de la Iglesia de dentro, con nombres y apellidos, que copan tantos episcopados, cardenalatos, congregaciones, universidades, seminarios, etc, o nos seguirán ninguneando, punteando, anulando y persiguiendo a los católicos. El mal del mundo no es sino un reflejo del mal que padece la Iglesia y ahora más que nunca, una nave a la deriva, un faro en la noche apagado.

    1. ¿ Porqué no se atreven a decir que el NOM no es de ahora, con ocasión del coronavirus, que viene de atrás, y que ha encontrado en Bergoglio, y su nueva iglesia de la misericorditis, el máximo colaborador ? ¿ Hasta cuándo queriéndonos vender que Bergoglio es nuestro amigo y no nuestro enemigo ?

      1. Pues si, no se identifica lo que es obvio, La Impostura que constituye la iniquidad que nos gobierna. Lo que más me gusta es la invocación a la Santísima Virgen Maria, auxilio de los cristianos, para que aplaste la cabeza de la serpiente antigua, lo que ocurre es que aquí en la iglesia española hay más de una y más de dos, y más de 20, pícaras viboritas a exterminar, naturalmente en su nido siniestro de la CEE.

    2. Entre los obispos firmantes, el arzobispo emérito de Karaganda Jan Paweł Lenga, ya ha dicho públicamente que Fco es un an tic risto y que al que menciona en el Canon es a BXVI. El emérito de Corpus Christi fue de los primeros que puso en duda la canonicidad de la elección. Peta y Schneider, sobre todo este último, denuncia día sí y otro también los desm anes doctrinales, Zen la venta al PCCh de los católicos chinos…

      1. Gracias Javcus, pero el mismo cardenal Zen cree que Parolin es el malo y Bergoglio el bueno, engañado por Parolín, cuando Bergoglio no es el malo, es el pésimo.

  2. Que Dios les pague a los que levantan su voz para salir en defensa de los pobres seres humanos, que somos tratados como hojas caídas,, llegan con sus escobas y hacen y deshacen nuestras vidas a su antojo. Ésos seres miserables, tan tremendamente miserables, que no tienen sino dinero, y con él compran conciencias, compran mundo a su antojo,, desde su nacimiento hasta su muerte y de generación en generación, se dedican al mal,, sin más objetivo que el poder que da el dinero. Han de creer que al morir seguiràn con su estulticia,,, miserables les espera su dios,,, el demonio.

          1. Y a ti te va a ir muy mal,,, te crees dios,,,, eres tres nicks en una sola persona,,,, como no hay muchos defensores,,, pues ahí andas, de mil~usos.
            🕟~Tonnn,, Tito

  3. Está muy bien, es de agradecer, un documento más con muchas firmas, diciendo unas cuantas verdades…..pero que llega tarde a menos que se traduzca en obras.

    No hay cuaresma que valga para unas consideraciones que eran ya meridianamente claras a mediados de marzo, cuando con la coartada del virus se limitaban los Sacramentos incluso más allá de los decretos civiles, abriendo la puerta a las persecuciones que vamos padeciendo….por mostrar una debilidad innecesaria. Y entonces tan sólo Viganò, Schneider y alguno más levantaron la voz. Nadie más osó decir nada….ni pasó a las obras. Y a muchos sacerdotes valientes que obraron…se les criticó desde sus diócesis.

    Los pastores no deben esperar a que el lobo esté entre el rebaño para tomar medidas. Hay que ser proactivos. Y el lobo sólo entiende el estacazo y la perdigonada. Con buenas palabras ya no hacemos nada.

  4. Es una pena y gran confusión meter en este paquete al Papa Francisco. Él es el sucesor de Pedro y con una terrible carga y pesada Cruz que es la Iglesia que desde hace más de 100 años viene sufriendo un ataque implacable del poder de las tinieblas. Francisco no es causa eficiente del desastre en que se debate la Iglesia, a lo más la causa instrumental, que no es lo mismo. Recemos por el Papa. Y digámoslo claramente, quien no acepte la jurisdicción pastoral de Francisco es cismático, más allá de que se esté de acuerdo o no con la forma en que el Papa ha conducido a la Iglesia.
    Además, por promesa divina: “Yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca” ningún Papa puede enseñar abierta y persistentemente una herejía, y en eso reside el bastión incólume de la Iglesia. Y esto además del dogma de la infalibilidad papal, que es otra cosa.
    Luis E López Padilla. México.

  5. Muy bien por los firmantes. Hay 3 delitos gravísimos: El cautiverio de la población, la suspensión del culto y el amendrentamiento de todos. A los que hay que sumar imprevisión, incompetencia, corrupción, ocultamiento, mentira y empobrecimiento.

  6. Echo de menos, muy de menos, un documento que analice, con todas las consecuencias, el mal que existe dentro de la Iglesia, en sus vertientes modernista, marxista, masona, protestante, liberal, etc, y cómo combatirlo. Mientras esto no se haga, La Iglesia no será la Sal de la tierra, La Luz del mundo, sino una mera Ong que despreciarán las gentes.

  7. Pues yo el documento lo veo perfecto. Eclesialmente hablando, es la primera alegría que tengo en MESES. Es justo lo que se echaba de menos: una protesta enérgica y valiente a lo que está sucediendo

  8. Todo canto y loor a la vida de este mundo va en detrimento de la Luz y la Vida prometida por el Cristo después de esta nuestra triste vida de mala noche en mala posada obligada.

    Amamos a esta nuestra miserable vida, sin poder dominar a ese mundanal enemigo llamado muerte; la que impertérrita, día a día, pone en peligro nuestra muy deseada la susodicha terrenal vida;

    Y por otro lado ya que si no puedes contra tu mortal enemigo mejor será el apostarse a su lado que luchar contra él: ¿Por qué no amar, más y mejor, la muerte de este mundo que siempre será nuestro beneficio en la Luz y la Vida del otro?

    Decididamente nuestros católicos pastores aman más la vida de este mundo que la Luz y la Vida eterna que Jesús el Cristo nos prometió para después de este nuestra miserable vida.
    Es triste pero es así.

  9. , -Anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección. -VEN, SEÑOR JESÚS. Proclaman las gentes si saber lo que dicen.

    El Cristo Jesús vendrá, ciertamente que sí; y vendrá como debe de ser en su gloria a este planeta Tierra; más no vendrá antes de que este planeta Tierra no sea convenientemente renovado y restablecido a como, todo él, en modo y manera, el Profeta Elías, (Mc. 9;11-13; Mt.17,10-13) lo haya restablecido a como fuera antes del pecado original.; Y para ello: todo ser vivo tiene que ser dividido hasta ser muerto tal cual y cómo hoy día se conoce.

    ¿Es, pues, esto del coronavirus 19 un preaviso por lo que, irremisiblemente, pronto nos llega y que nadie podrá negar que de Dios nos llega?