La Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de detención contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, su exministro de Defensa Yoav Gallant, y Mohamed Deif, líder del brazo armado de Hamas. Las acusaciones incluyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad relacionados con la guerra en Gaza y los atentados terroristas del 7 de octubre de 2023.
El fiscal de la CPI, Karim Khan, argumentó que Israel “privó intencionalmente a la población civil de Gaza de recursos esenciales para la supervivencia, como alimentos y medicinas”. También señaló los ataques de Hamas como crímenes de guerra, por el asesinato y toma de rehenes en territorio israelí.
Reacción de Netanyahu e Israel
El primer ministro Netanyahu rechazó categóricamente las acusaciones y calificó a la CPI como un organismo “antisemita y políticamente parcial”. Desde su oficina, expresó: “Ninguna decisión antiisraelí impedirá que defendamos a nuestros ciudadanos. Esta es una guerra justa”.
El presidente israelí, Isaac Herzog, también criticó el fallo, afirmando que la CPI “ha elegido el lado del terror en lugar de la justicia y la libertad”.
Hamas bajo la lupa
Mohamed Deif, señalado como cerebro de los atentados del 7 de octubre, es acusado por la CPI de ordenar ataques indiscriminados contra civiles. Aunque Israel afirmó que Deif murió en un ataque en Gaza en julio de 2023, Hamas lo niega.
Aunque las órdenes convierten a Netanyahu y Gallant en prófugos internacionales, su ejecución es incierta. Israel y Estados Unidos no son miembros de la CPI, y el tribunal carece de un mecanismo propio para ejecutar arrestos.