La desocupación subió al 7,6% en el segundo trimestre de 2024 frente al 6,2% del mismo período de 2023, lo que implicó un avance de 1,4 puntos porcentuales (p.p.), según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Sin embargo, frente al trimestre previo experimentó una leve baja de 0,1 p.p., ya que el desempleo se ubicó en 7,7%.
Extrapolado a la población, la desocupación alcanzó a 1.734.000 de argentinos en el segundo trimestre, unos 383.000 nuevos desocupados, según precisó en diálogo con Ámbito el economista del CEPA, Hernán Letcher. Aunque, al considerar el total de la Población Económicamente Activa (PEA), pasó del 47,6% al 48,5% (0,9 p.p por encima del mismo período del año previo), mientras que la tasa de empleo tuvo una suba muy marginal, del 44,6% al 44,8%. “La mayor desocupación se explica por las personas que entran al mercado (¿bajos ingresos en el hogar?) y no consiguen trabajo”, resaltó Luis Campos, Investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA – Autónoma.
La tasa de desocupación sigue en los máximos de la pandemia
Durante el primer trimestre de 2024, la tasa de desocupación alcanzó los máximos de la pandemia y, en el segundo trimestre, los mantiene. Según analizó Campos, la desocupación es la más alta desde el segundo trimestre desde 2016, a excepción de 2020. “Con una actividad que lleva tres trimestres en rojo y donde solo tracciona el agro, el 7,6% hasta no parece un mal número“, agregó.
“Las expectativas por delante siguen siendo de incertidumbre por la situación económica, donde aún predomina la recesión y una inflación que aún no desaparece”, señaló Matías Ghidini, CEO de GhidiniRodil.
La tasa de subocupación marcó el 11,8% de la PEA, un aumento de 1,2 p.p. frente al segundo trimestre del año previo (10,6%), mientras que los otros ocupados demandantes y los otros ocupados no demandantes disponibles alcanzaron, en conjunto, el 10,3% de la PEA.
Consecuentemente, la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, creció del 27,9% al 29,7% de la PEA en la comparación interanual.
Dentro de la población ocupada (44,8%), se destacó que el 73,8% son asalariados, mientras que el 36,4% no cuenta con descuento jubilatorio. Por otra parte, el 23% trabaja por cuenta propia, el 3% son patrones y el 0,3% son trabajadores familiares sin remuneración.
“Las que peor la pasaron fueron las mujeres jóvenes. La tasa de desocupación subió 3 p.p. (pasó del 13,4% al 16,5%), por lejos el retroceso más importante. Los varones jóvenes también la sufrieron: pasaron del 12,3% al 13,9%”, aseguró Campos.
Al desagregar por nivel geográfico, las ciudades con mayor desempleo son: Resistencia (11%), La Plata (9,9%), el GBA (9,1%) y Trelew (9,0%). En el otro extremo, las ciudades con desocupación casi inexistente son Santiago del Estero (0,7%) y Viedma (0,9%).
“Córdoba y Jujuy son otros dos aglomerados para poner el foco. La desocupación no fue tan elevada allí (8,2% y 4% respectivamente), pero los ocupados demandantes están en niveles altísimos (28,2% y 28,1%). Más de un tercio de los trabajadores buscando activamente trabajo”, añadió Campos.
Empleo en la era Milei
Durante los primeros siete meses del Gobierno de Javier Milei se perdieron 182.500 puestos de trabajo asalariado (suma de empleados privados, públicos y en casas particulares), mientras que la contracción es de 204.100 si se toma en cuenta el último pico de agosto del año pasado.
Los datos surgen del último relevamiento del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) publicados por la Secretaría de Trabajo. En junio, el empleo registrado total aumentó 0,1%, al igual que en mayo.
La variación positiva fue explicada casi exclusivamente por la incorporación de más de 40.000 trabajadores independientes con monotributo, de acuerdo con la serie desestacionalizada del SIPA.