LEFI, cepo cambiario y más ajuste
El objetivo del nuevo esquema monetario, según afirmaron Bausili y Luis Caputo, es terminar con la emisión de pesos para el pago de intereses de los pasivos remunerados del BCRA al dejar de emitirlos.
La medida, afirman, forma parte de la “fase 2” del programa económico, para la que también se anunció el cierre de otras de las canillas de emisión monetaria que quedaban abiertas: desde la semana pasada el Central comenzó a intervenir sobre los dólares financieros con reservas compradas en el mercado oficial (lo que implica reabsorber los pesos que se emitieron en el primer movimiento) y el jueves concluyó una operación de recompra de $13,17 billones en seguros que tenían los bancos sobre títulos públicos (puts), que implicaban una deuda latente para el BCRA y que podían forzarlo a emitir en caso de ejecución de los contratos. Con todo, aún quedan en vigencia puts por más de $3 billones.
Javier Milei asegura que la “emisión cero” es un paso clave a la hora de generar las condiciones para levantar el cepo cambiario (en particular mencionó el fin de los pasivos remunerados del BCRA y de los puts). Sin embargo, hay economistas que ponen reparos sobre que la migración de deuda hacia el Tesoro sea determinante ya que, afirman, se trata del mismo stock de pesos que podría ir a presionar sobre el dólar en caso de apertura de los controles y que, en realidad, las variables a monitorear son los depósitos (que son la contracara tanto de los pases como de las LEFI que compren los bancos) y, sobre todo, las reservas (cuya acumulación se ve resentida por la intervención en el CCL).
Aun así, el Presidente sumó días atrás otra condición para la salida del cepo: que la inflación y la tasa de devaluación mensual converjan en torno al 0%. Un objetivo que prácticamente ningún economista espera que se cumpla en lo que resta del año. Más allá de eso, en el Gobierno aseguran que la emisión cero será importante para dar continuidad a la desaceleración de la suba de precios.
En cualquier caso, la contracara de la eliminación de la emisión producto del pago de intereses por los pases pasivos del Central tendrá como contracara una mayor carga para el fisco, que se hará cargo de abonar los intereses que devengue diariamente la LEFI. Esto implicará un ajuste adicional sobre otras partidas, que se sumará a los duros recortes ya realizados y cuya magnitud dependerá de la tasa de política monetaria que defina el BCRA.
LEFI y expectativa por las tasas
Justamente, una de las preguntas abiertas en el mercado es si la autoridad monetaria aprovechará la puesta en marcha de la operatoria con las LEFI para subir la tasa de interés o si se inclinará por mantenerla en el nivel actual.
Por lo pronto, el propio pasamanos de deuda con el Tesoro traerá aparejada una suba implícita de los rendimientos. Es que los pases estaban alcanzados por el impuesto a los Ingresos Brutos en distintos distritos (entre ellos CABA, donde está el 80% de las casas matrices de los bancos), algo que no ocurrirá con las nuevas letras. “Gozará de todas las exenciones impositivas dispuestas en las leyes y reglamentaciones vigentes en la materia”, aclaró la resolución conjunta de Hacienda y Finanzas. De por sí, esto implicará una leve alza de 3,2 puntos porcentuales en la tasa nominal anual (TNA) o de casi 0,3 puntos en la tasa efectiva mensual (TEM).
¿Qué decidirá el BCRA más allá de eso? “No nos queda claro qué hará el Central porque hay argumentos convincentes a favor tanto de subir como de mantener la tasa de política monetaria”, señaló el último informe de la consultora 1816.
Y se explayó: “Mantener la tasa de política monetaria en 40% sería una nueva muestra de la convicción del equipo económico en mantener la trayectoria bajista de todas las variables nominales (inflación y tasas nominales) con la idea de que converjan al 2% mensual del ‘crawling peg’. Subir la tasa, por su parte, podría dar el golpe de gracia a un CCL bajista tras el anuncio de intervención del Central, lo que podría acelerar la desinflación (a costa de un mayor costo financiero, ahora enteramente a cargo del Tesoro)”.
Con todo, la consultora consideró que “el mercado no pareciera estar anticipando una inminente suba de la tasa de política” ya que durante los últimos días las LECAP a septiembre y octubre operaron con rendimientos similares a los que surgieron en la última licitación de Economía, realizada el 10 de julio, es decir, 4,08% y 4,19% TEM respectivamente.