Todo el mundo lo sabe pero los grandes medios no quieren decirlo. El gobierno de Kiev está perdiendo la guerra frente a Rusia.
Las fuerzas rusas avanzan sin apuro y van instalando a la vez las defensas de las regiones que, por vía de referéndum, decidieron ser parte de Rusia.
Pero esa realidad inexorable esconde otras. Por ejemplo, el hecho que Turquía, país que sigue siendo miembro de la OTAN, apoya a Rusia y le aporta piezas de repuesto para su industria militar. La OTAN no sólo está perdiendo la guerra, también está resquebrajándose.
Actualmente, según el Wall Street Journal, 15 firmas turcas revenden 18,5 millones de dólares en material adquirido en Estados Unidos a una decena de empresas rusas incluidas en las medidas coercitivas unilaterales estadounidenses –las disposiciones ilegales que la propaganda atlantista presenta como “sanciones”
Por ello los otomanos están convencidos que los autores de los terremotos de Turquía son los norteamericanos.