La estadounidense ARC Energy fue la única oferente en la licitación internacional para adquirir la metalúrgica fundada en 1907 por la familia Pescarmona y estatizada por Alberto Fernández en 2021.
ARC Energy tiene sede en Luisiana, Estados Unidos. El presidente de la firma es Jason Arceneaux, y tanto él como dos de los directores de la compañía, que son venezolanos, aparecieron públicamente como aportantes a la campaña de Donald Trump.
Según el entendimiento alcanzado con el gobierno argentino, la compañía norteamericana hará un pago inmediato de cerca de u$s7 millones, que representan el 25% de su propuesta de capitalización que alcanza un total de u$s27 millones.
El resto del dinero será desembolsado a lo largo de 2025 con capital de trabajo durante el proceso de búsqueda de nuevos contratos. Según trascendió, la nueva administración apuntará a ganar licitaciones de grúas para puertos y mantención de centrales hidroeléctricas en Estados Unidos.
Otro tema que estaba en discusión y que ya fue cerrado, es la posibilidad de renegociación de los contratos vigentes que tenía Impsa con el Ministerio de Defensa, YPF y otros organismos estatales.
Impsa tiene un pasivo que está calculado en u$s570 millones. Entre los principales acreedores están el Banco Nación, el BID, el BICE, y la corporación chilena Grupo Moneda. Los futuros propietarios quieren asegurarse que podrán renegociar esas deudas para poder avanzar con la operación de la compañía.
Impsa, que se inició como Industrias Metalúrgicas Pescarmona, pasó a ser una de las principales empresas argentinas del sector metalúrgico y energético, con participación clave en proyectos hidroeléctricos, parques eólicos, energía nuclear y equipamiento para la industria petrolera y de gas. Cuenta con un plantel de 660 empleados, cuyos salarios representan alrededor de $1.400 millones mensuales.