La medición de CAME reflejó que, a pesar del rebote, los primeros diez meses del año acumulan un retroceso del 13,2% respecto del mismo período de 2023 y el 51% de las empresas encuestadas señaló que su principal obstáculo sigue siendo la falta de ventas. Con todo, su informe arrojó que cuatro de los siete sectores relevados tuvieron una recuperación interanual (alimentos y bebidas, calzado y marroquinería, ferretería y materiales de la construcción, y textil e indumentaria).
El consumo en supermercados, en caída libre
Donde no hay señal alguna de repunte es en las ventas de los supermercados, incluso después de un septiembre que marcó un derrumbe del 21,2% interanual en las grandes cadenas y del 22,3% para el consumo masivo en su conjunto, según el relevamiento de Scentia.
Fuentes del sector le dijeron a este medio que todavía están procesando los datos del mes pasado. Pero adelantaron que la comparación de octubre contra septiembre va a dar “plana” y que la medición interanual “va a ser la peor del año”. Esto quiere decir que, de confirmarse esa perspectiva, habría una caída récord, “un par de puntos” más abrupta que la del noveno mes.
Está claro que la medición interanual está influida por una base de comparación muy elevada. En el último tramo del Gobierno pasado se lanzaron medidas para estimular el consumo, como el Compre sin IVA, que tuvo un impacto importante en los supermercados. Además, el contexto electoral y la perspectiva de triunfo de Javier Milei desató un stockeo ante la expectativa (luego confirmada) de que el candidato de La Libertad Avanza convalidaría una fuerte devaluación. Pero el hecho de que no reboten las ventas en términos mensuales (y contra meses que ya habían mostrados desplomes prácticamente inéditos) es un dato significativo.
“La gente solo viene los días de descuento con su banco o con la billetera virtual que usa”, le dijo un directivo de una de las grandes cadenas a Ámbito. De hecho, cada vez son más grandes los carteles en las vitrinas de las sucursales que muestran el desagregado día por día del medio de pago o entidad con la que hay reintegro. Eso se combina con las ofertas propias de los supermercados en un intento por dinamizar las raquíticas ventas.
La crisis y los hábitos de consumo
En el sector aseguran que uno de los elementos que les permite compensar parcialmente la menor facturación es el crecimiento de la participación de las marcas propias en el total vendido. El desplazamiento de las familias desde las primeras marcas a causa del deterioro de los ingresos disponibles fue una constante a lo largo del año.
En la misma línea, un informe de ShopApp describió los cambios de hábitos de los consumidores argentinos en el contexto de la actual crisis: “El 83% de los consumidores en Argentina considera o ya compra productos de marca propia”. “Si no consiguen los productos que necesitan comprar en promoción, compran lo mínimo y necesario y esperan comprarlo en ese punto de venta o en otro cuando esté en promoción/descuento. Aprovechan estas oportunidades para comprar volumen”, añadió el informe.
Por lo pronto, la dinámica del consumo de octubre refleja una mayor disparidad entre mediciones que en meses previos, pero todavía está lejos de un repunte generalizado que comience a sacarlo del fondo del pozo.
En cuanto a los indicadores sectoriales “tempranos” de actividad, los despachos de cemento se hundieron 20% interanual en octubre y bajaron 1,1% frente a septiembre; el patentamiento de autos creció 5,6% interanual y 1% mensual, con un 52% de participación de los vehículos importados; y el patentamiento de motos aumentó 5,9% interanual y 12,3% contra septiembre.