La Junta Interna de Delegados ATE de la Dirección General de Rentas expresa su profundo dolor y pesar por el fallecimiento del compañero Mario Gil Cornejo, ocurrido el día martes 29. Es la tercera muerte de empleados de este organismo en el transcurso de este año. Tercera pérdida irrecuperable de vidas que no es casualidad ni fatalidad sino que se da en el contexto de conflicto que lleva más de diez meses donde el gobierno puso todas sus fuerzas para cercenar derechos legítimos y producir un brutal ajuste en el bolsillo de los trabajadores de este organismo, el mismo al que le dirigen elogios por su eficiencia a la hora de mostrar resultados efectivos en la recaudación.
Desde ATE hemos insistido una y otra vez en la petición de una mesa de diálogo a lo que el gobierno con pretextos insostenibles se ha negado sistemáticamente, optando por una política que busca el disciplinamiento forzado de los trabajadores provinciales.
No en vano se mostró alineado con la política del gobierno nacional de destrucción del Estado, de despidos de miles de trabajadores estatales, así hoy ambos coinciden también en la crueldad y la falta total de sensibilidad ante lo que no es ya solamente un perjuicio económico: los trabajadores de Rentas sufrimos a causa de este ajuste un daño en nuestro bienestar familiar y social, un daño en nuestra salud física y psicológica, y en el peor de los casos tenemos que lamentar el daño irreversible de la muerte otra vez de otro compañero.
No es inútil recordar que justamente uno de los fallecidos era el secretario general de la junta interna de ATE en Rentas, el compañero Daniel Farfán, quien murió en su lugar de trabajo víctima de un infarto fulminante.
Ante esta dramática e intolerable situación que estamos viviendo, nos preguntamos ¿Hasta cuándo? ¿Cuántos más deberemos perder? Decimos también que hacemos responsable de estas pérdidas al gobierno por su intolerancia e insensibilidad ante momento que vivimos de desasosiego e incertidumbre.
Exigimos una urgente mesa de diálogo para poner fin a este conflicto y evitar más dolor a centenares de familias salteñas que hoy ven con preocupación el futuro de quienes somos empleados públicos y aportamos al desarrollo de la provincia.
JUNTA INTERNA DE DELEGADOS GREMIALES ATE – RENTAS.