Villarruel explicó: “Las mujeres debemos vestir de negro. Hoy la mantilla es optativa en el protocolo, pero la usé porque es de mi abuela y me hacía ilusión poder usarla.
En tanto, en un video con el que acompañó el mensaje, se puede escuchar a la vicepresidenta preguntarle a Francisco “¿Cómo está?”, a lo que el Santo Padre respondió “Todavía vivo y usted ¿sobrevive?” y ella señaló: “Sí, yo también. Me alegra tanto verlo parado y bien”.
El Papa se mostró agradecido con la visita y el presente que Villarruel le llevó que era una estatua de un caballo con su potrillo, mientras que además le obsequió un dulce español y Francisco “le entregó un Rosario bendecido junto a otros presentes”, dijeron fuentes cercanas a la funcionaria.
Al finalizar la audiencia Francisco le pidió a Villarruel “no aflojar y no perder el sentido común”, mientras que ella le indicó: “Yo rezo por usted, pero usted rece por mí”.
Con Mujica
El número privado que apareció en el desgastado display del viejo celular Alcatel de Lucía Topolansky la sorprendió. “Cuando es así no atiendo, ni que fuera el papa” le dijo a su compañero José “Pepe” Mujica, aún convaleciente luego de estar varios días internado.
“Hola, habla Francisco, ¿puedo hablar con Pepe?”, se escuchó del otro lado, algo que aumentó la sorpresa, pero hizo que Topolansky se levantara raudamente para acercarle el teléfono a Mujica a su cama. La charla fue breve, pero amable, de “dos viejos que son distintos, pero se respetan mucho” según reconstruyó Ámbito en un encuentro mantenido este sábado a la tarde en Rincón del Cerro junto al periodista argentino Gustavo Sylvestre.
La guerra es una ilusión
Mientras continúa escalando el conflicto en Medio Oriente y con un panorama también complejo en la guerra entre Rusia y Ucrania, el Papa Francisco se refirió a la creciente violencia en el mundo y pidió un “un alto el fuego inmediato en todos los frentes, para dar espacio a la diplomacia y al diálogo”. “¡Dejen de matar inocentes!”, enfatizó.
Una vez finalizada la oración mariana del Ángelus de este domingo, el Sumo Pontífice repudió ambos conflictos y enfatizó: “La guerra es una derrota para todos, ¡basta, por favor! Pido que se respeten las fuerzas de paz de la ONU. Rezo por todas las víctimas y que cesen los ataques aéreos contra la población civil”.
En ese sentido, pidió que los rehenes sean liberados y que terminen las dos guerras. “Estoy cerca de todas las poblaciones afectadas de Palestina, Israel y el Líbano, donde pido que se respeten las fuerzas de paz de la ONU. Rezo por todas las víctimas, por los desplazados, por los rehenes que espero sean liberados inmediatamente, y espero que este gran inútil sufrimiento generado por odio y venganza termine pronto”, expresó.
“Hermanos y hermanas, la guerra es una ilusión. Nunca traerá la paz ni la seguridad”, advirtió.