La mitad de la suba se debe a una compensación por la devaluación y la otra mitad a la recomposición de precios producto de la inflación.
Desde la primera hora del 1 de mayo las estaciones de servicio de YPF de la capital salteña remarcaron sus pizarras: la Súper pasó a costar $971 pesos; la Infinia, $1169; Diésel 500, $1052; e Infinia diésel, $1245.
En Salta, la última información de la Secretaría de Energía de Nación da cuenta que en enero hubo una caída interanual en la venta de nafta (en sus dos versiones premium y súper) del 7,8% en enero y se mantuvo con una pequeña suba del 0,5% en febrero, en comparación a igual mes que 2023.
Sin embargo, el aumento corresponde a las refinerías, porque el Gobierno nacional postergó por un mes la actualización del impuesto a los combustibles que tenía previsto. Sin embargo, las empresas petroleras actualizaron los valores en un 4%, “debido a la devaluación mensual del peso frente al dólar del 2% y el aumento del barril del petróleo”.
El Poder Ejecutivo Nacional publicó un decreto en el Boletín Oficial en el cual se oficializó la postergación de la fecha en la que tendrá efecto la suba al Impuesto a los Combustibles. Por lo tanto, durante mayo no habrá una actualización en el precio del litro de nafta y gasoil.
“El Gobierno Nacional definió diferir la actualización correspondiente al cuarto trimestre de 2023 de los Impuestos sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, al 1° de junio de 2024”, se informó oficialmente.