Tras la lectura del Evangelio de Juan, monseñor Cargnello, dijo que Pascuas “es el día central del año litúrgico el más importante”. Hoy todo ha cambiado, no existe un acto más grande que la resurrección que puso en la cumbre de la creación al hombre”.

Sostuvo que el hombre, a través de la historia fue rompiendo su vínculo con Dios, sin embargo, “Él siempre vuelve a buscar al hombre. Y Dios hecho hombre y resucita”.

También dijo que la imagen de hoy es el sepulcro vacío, algunas postales muestran la piedra, de ese lugar otras muestran una luz afuera, “hoy estamos llamados a entrar y poder salir nuevos del Santo Sepulcro”.

Más adelante recordó que en Jerusalén, el lugar donde se recuerda la Resurrección era considerado el centro de la tierra, hasta que la ciencia mostró que geográficamente era otro. “Sin embargo para los cristianos es el centro de la nueva humanidad”.

Invitó a que los cristianos entremos al sepulcro para salir nuevos.

Vencer la muerte

“Es la historia de la iglesia, los que fueron testigos de esto estarán en la asamblea. Así lo manifestaron los testigos elegidos por Dios, ellos testifican que ese que fue el que los eligió, con el que convivieron, caminaron, vieron que hizo el bien y que hizo milagros en favor de los que necesitaban, fue el que murió y resucitó”, dijo.

Celebró el bautismo que la noche anterior dio a un hombre adulto para compartir con Él, la fe, y juntos disfrutar de este nacimiento que vence la muerte. Luego remitió a las palabras de Pablo para que, poniendo la mirada en lo celestial, no dejemos de valorar que somos resucitados.

Valorar al ser humano

“Tengan la mirada puesta en aprender a ser cristianos, a valorarte en lo que sos. Sos un resucitado porque sos un bautizado y nuestra vida está hecha para siempre, todo lo que hagamos en el Cristo que ha resucitado tiene proyección de eternidad”, dijo Cargniello.

Luego recordó la mirada de muchos cristianos que se destacaron de una u otra forma como Pascal, físico matemático, que escribió que “el hombre trasciende al hombre. Está hecho para la eternidad”. También habló de Bolívar que dentro de haber sido un libertario, muchas veces criticó a la iglesia, sin embargo, debió admitir que para unificar a los pueblos debía tenerse en cuenta a la iglesia. “La iglesia educa a todos, pobres, vulnerables, aborígenes, el tema es cuando se pone a dioses en otras cosas como dinero o en otros focos, se hace un vacío”.

Finalmente, sostuvo que “algunos aseguran que ser cristianos es para amargarse y prefieren ignorar lo que es la vida cristiana. Sin embargo, eso se va notando en vacíos, y entonces buscamos la fe, y ahí está el Señor para decirnos no temas, para poder empezar de nuevo, saliendo de las carencias, de la esclavitud, de muchas mentiras, siempre se puede volver a empezar. Eso es Pascua”.

Domingo de Resurrección

La fiesta de Pascua es el centro del año cristiano. La resurrección de Jesús constituye el fundamento sobre el cual se asienta y gira toda la vida del cristianismo. Por eso es la fiesta máxima de la cristiandad.

En las lecturas se narran los acontecimientos de la resurrección de Jesús, sobre todo en el Evangelio de San Juan (20,1-9). En la madrugada del primer día de la semana, María Magdalena y otras dos mujeres fueron al sepulcro. Al verlo abierto, Magdalena vuelve a Jerusalén para avisar a Pedro y a Juan; mientras tanto, un ángel anuncia a las otras mujeres que Cristo ha resucitado. María Magdalena va de nuevo al sepulcro y ve por primera vez a Cristo resucitado.

También se lee que San Pedro dice: “Comimos y bebimos con él, después de su resurrección”, Colonenses 3,1-4) en la que el apóstol dice: “Busquen los bienes del cielo, donde está Cristo”.