El presidente Alberto Fernández anunció este lunes por la noche el envío al Congreso Nacional de un proyecto de ley para el personal militar, que establece una actualización integral del régimen legal de la carrera y la profesión militar, introduce cambios relevantes en el ejercicio de la defensa nacional, determina derechos para las mujeres incorporadas a la actividad, capacitación profesional continua y nuevos parámetros para el cálculo de haberes, entre otros aspectos.
Al hablar en la cena anual de camaradería de las Fuerzas Armadas, que se sirvió en el edificio Libertador, Fernández destacó que este mes se implementó el segundo tramo de la jerarquización salarial del sector, que “representa alrededor de un 42% de incremento”, en el marco de “un reordenamiento salarial que alcanzará aproximadamente el 60%” a fin de atender “una demanda justa e histórica del personal militar”.
En ese sentido, señaló la “importancia de que los hombres y mujeres que velan por la defensa de la patria perciban salarios adecuados a sus responsabilidades”, así como “tener fuerzas armadas acordes con los tiempos que corren”.
Asistieron al encuentro el ministro de Defensa, Jorge Taiana, y otros ministros del gabinete nacional; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Amadas, Juan Martín Paleo; los jefes del Ejército, Guillermo Pereda; de la Armada, Julio Guardia, y de la fuerza Aérea, Xavier Isaac, titulares de las fuerzas de seguridad; oficiales de las tres fuerzas, legisladores nacionales e invitados especiales.
En su discurso Fernández señaló que el proyecto de ley de Personal Militar, que fue realizado en conjunto con exministros de Defensa de diversas orientaciones políticas, “contempla el principio de igualdad y no discriminación de las personas, cualquiera sea su condición de género, orientación sexual, económica o social”, y que “refleja cuestiones fundamentales que forman parte del marco normativo actual de la defensa”.
Entre ellos mencionó “el gobierno político de la Defensa Nacional, el principio de acción militar conjunta y el compromiso con los derechos humanos”.
Recordó que al asumir la Presidencia se propuso “poner fin a la desatención política de nuestros oficiales, suboficiales y soldados” cuyos salarios “padecían no sólo un retraso significativo, sino que gran parte de ellos tenían la condición de ser sumas no remunerativas que afectaban derechos en materia de la Seguridad Social”, y enumeró lo realizado durante su gestión para “poner en valor el rol” de las Fuerzas Armadas.
Además, “el presupuesto apenas atendía el pago de remuneraciones y la manutención cotidiana de las fuerzas y de su equipamiento, las industrias militares se enfrentaban un creciente proceso de abandono al que nadie atendía”.
Frente a ese escenario, se les “devolvió las herramientas necesarias para que recuperaran el prestigio y el reconocimiento social que merecían para garantizar la defensa de nuestra soberanía y las riquezas naturales, la libertad y la dignidad de nuestro pueblo”, para lo cual en el 2021 firmó la directiva Política de Defensa Nacional que inauguró “un nuevo ciclo de planeamiento de la defensa nacional”.
Entre esas herramientas mencionó como “fundamental” la generación del “Fondo Nacional para la Defensa (FONDEF)”, para “permitir en el tiempo asegurar un mejor equipamiento y de ese modo poder incrementar nuestra capacidad de disuasión y de control soberano del territorio”.
“Buscamos promover políticas de Estado que vinculen de modo virtuoso la industria nacional para la defensa con el desarrollo científico y tecnológico, favoreciendo el federalismo”, añadió.
Además, se dio especial atención a la formación profesional, se creó el instituto de ciberdefensa de las Fuerzas Armadas para desarrollar “una política defensiva autónoma y cooperativa tal como lo dicta la directiva de la política de defensa nacional”.
Dijo que para el mejor aprovechamiento de las capacidades y recursos se desarrollaron acciones conjuntas, como la creación de una guarnición militar en Ushuaia, se reactivó en forma permanente la base Petrel en la Antártida después de 50 años, y se avanzó en la construcción de la primera unidad militar del ejército en Catamarca.