Misiones cuenta con la primera Escuela de Robótica del país, creada para niños desde los 3 años y para adultos, sin límite de edad, que funciona como espacio educativo de gestión estatal no arancelado, y que ofrece una propuesta pedagógica en torno a la ciencia y a la tecnología, orientadas a la programación y la robótica educativa.
La escuela de la ciudad e Posadas comenzó como una prueba piloto para la implementación de un modelo pedagógico innovador, disruptivo y con equipamiento de avanzada.
La directora, Solange Schelske explicó a Télam que “la escuela de robótica nació de un proyecto presentado en la Cámara de Representantes por el ingeniero Carlos Rovira -exgobernador de la provincia-, donde propone trayectos de formación en un ámbito no formal”.
“Propone un nuevo modelo de educación donde se pueda proveer herramientas de educación disruptiva, con metodologías ágiles, con técnicas de aprendizaje tipo Playroom (sala de juegos) para que el estudiante pueda vivir una experiencia diferente de aprendizaje”, indicó.
En cuanto a la forma de trabajar, detalló que la idea es que “el estudiante pueda construir desde un equipo de trabajo con conocimiento de roles, con acompañamiento de docentes, que nosotros lo llamamos el facilitador, que es un proyecto que lleva a transformar la educación tradicional”.
En cuento al conocimiento previo que deben tener los alumnos cuando ingresan, la directora aseguró que “empezamos desde cero con los ejes de la robótica que son programación, diseño y electrónica”.
Dicho esto, “solo hay que tener ganas de venir y de vivir una experiencia diferente de aprendizaje, todo es más activo y son desafíos que se van proponiendo en el espacio de clases”, dijo.
Romina agregó que “se los divide en ejes, que son la robótica educativa y la programación de circuitos, todo hacia lo que el niño conoce”.
“El año pasado hubo proyectos en Tecnokids en los que hicimos una compostadora, para que el niño conozca cómo es reciclar”, contó, y agregó que “les enseña cómo ayuda la robótica al reciclaje”.
La facilitadora comentó que la elaboración de proyectos como estos permiten enseñar a los chicos “una educación ambiental y emocional”.
Explicó que para trabajar con los niños “se realiza todo con lenguaje en programación apto para ellos, de acuerdo a su edad, por ejemplo, en Tecnokids utilizamos un lenguaje en bloques, que es más fácil comprender porque ellos todavía no realizan la programación en códigos, pero de a poco van entendiendo la robótica”.
La cuarta Copa de Robótica
Cada clase cuenta con cerca de 25 chicos, siendo los de 4 a 16 años “los más estables”, a partir de allí “hay conexión con la Escuela Secundaria de Innovación, ligada al proyecto de la Escuela de Robótica, que recibe a estos niños que quieren seguir vinculados a la tecnología”, detalló.
Enzo, un estudiante de 16 años de la escuela y con síndrome de Asperger dialogó con Télam y explicó que comenzó en Makerjuniors (12 años) porque “le gusta la robótica y la programación” y le gustaría “en un futuro seguir una carrera relacionada a la tecnología”.