En su mensaje remarcó que hoy Argentina está enfrentada por una grieta en una “lucha despiadada por alcanzar o conservar el poder.

Afirmó que en la querida Argentina se profundiza un enfrentamiento peligroso, que suavizado bajo la palabra grieta, sólo alimenta los odios y rivalidades, mientras se esconde una lucha despiadada por alcanzar o conservar el poder creyendo que una sola persona o grupo tendría una especie de misión mesiánica capaz de construir el bien común de los argentinos”, añadió.

El Arzobispo de Salta, recordó la Doctrina Social de la Iglesia en la que está presente el rol del Estado en la economía. Dijo que “es preferible que un poder esté equilibrado por otros poderes que lo mantengan en su justo límite, teniendo en cuenta que ese es el principio del Estado de Derecho en el que es soberana la ley y no la voluntad arbitraria de los hombres”. “La posibilidad de elegir y controlar a sus autoridades de parte de los ciudadanos y de sustituirlos de modo pacífico es lo que hace a la Democracia apreciable a los ojos de la Iglesia. Sólo la aceptación de la verdad que guíe a la acción puede sostener la democracia”, señaló.  “La instalación de la mentira para alcanzar el poder o sostenerlo denigra a los ciudadanos, destruye a los vínculos, oscurece el futuro, la mentira reina en la guerra, la verdad, sólo la verdad sostiene la paz”.

Mario Cargnello también aludió a la crisis mundial, no sólo originada por conflictos bélicos sino por la pandemia de COVID-19.

“La humanidad toda acusa el impacto de una pandemia que ha paralizado pueblos y naciones, se cobró vidas, afectó economías, impactó en familias, hirió nuestras reservas psicológicas. Muchos creímos que la experiencia de nuestra fragilidad vulnerable nos ayudaría a madurar como familia humana, los hechos nos dicen que en muchos lugares no ocurrió”. “La guerra nacida de la invasión a Ucrania, sumada a otros conflictos, llevan al papa Francisco a afirmar que nos encontramos en una tercera guerra mundial”.

“Los ciudadanos de a pie son más veraces que sus líderes, sean sociales, políticos o religiosos. Con la mentira los pobres y excluidos son los que injustamente más sacrificios aportan, con la verdad todos estamos desafiados a aportar esta cuota de sacrificio cuando somos guiados por líderes que son ejemplo de una vida austera y honesta”, remarcó.

Citó además al papa Francisco cuando invitó a “favorecer la cultura del encuentro que se alimenta con la amistad social, esto supone establecer un pacto que implica aceptar ceder algo por el bien común”.

Fuente:ND