La titular del Palacio de Hacienda buscará este lunes que la directora gerenta del FMI, Kristalina Georgieva, se muestre flexible en cuestiones clave como la diparada del dólar, la caída de reservas, la emisión monetaria y el desequilibrio fiscal.
Batakis llevará números para explicar que, si bien el objetivo del Gobierno es cumplir las metas comprometidas, podría haber algunas desviaciones, confiaron fuentes cercanas al equipo económico.
Entre otras cuestiones. la titular del Palacio de Hacienda planea explicar que el Gobierno piensa que habrá una recuperación de reservas a partir de septiembre, cuando se reduzca la importación de energía.
En medio de las fuertes compras al exterior de gas licuado, las reservas brutas cayeron por debajo de los US$ 40.000 millones.
La meta más ambiciosa de Batakis es lograr señales de respaldo del Fondo Monetario y del Tesoro de Estados Unidos.
Pero también buscará el apoyo de inversores para sectores claves como el yacimiento no convencional de Vaca Muerta.
El dólar blue, que cerró la semana en $338, le hace ruido a un FMI partidario de tener tipos de cambio transparentes, un objetivo que la Argentina no cumple, ya que el país tiene una decena de cotizaciones distintas de la divisa estadounidense.
Batakis tratatá de convencer a Georgieva de que el gobierno tiene la decisión firme de avanzar con un ajuste fiscal, que ya comenzó con el congelamiento de nombramientos en el Estado y el inicio del proceso de quita de subsidios a las tarifas de electricidad y gas.
Parte de la exposición de asuntos que hará Batakis ante Georgieva fueron analizadas el viernes por la noche en el encuentro que tuvieron el presidente Alberto Fernández, el titular del BCRA, Miguel Pesce, y la propia Batakis.
En esa reunión Pesce fue el más optimista en estimar una recuperación de reservas a partir de septiembre.
El Gobierno podría anunciar más medidas destinadas a alentar el ingreso de divisas pendientes del sector agropecuario. El Presidente habló de US$ 20.000 millones sin liquidar, pero desde el campo negaron que sea un monto tan alto.
En el mundo de las finanzas de Wall Street son muy críticos sobre la situación argentina, pero consideran que el FMI no le puede soltar la mano al país, en primer lugar porque tiene comprometidos US$ 45.000 millones en deuda.
Por otro lado, Batakis espera obtener el respaldo político del Tesoro de los Estados Unidos durante un encuentro que mantendrá con funcionarios del organismo, algo que resulta fundamental si quiere lograr una flexibilidad del FMI.
Entre otras cuestiones, preocupa al gobierno las demoras de desembolsos de organismos internacionales pendientes para la Argentina. Entre ellos los del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que son unos u$s500 millones.
Por otro lado, el martes, Batakis mantendrá encuentros con inversores y empresarios de Wall Street. Se reunirá con algunos de los principales fondos inversión y también mantendrá reuniones con ejecutivos de Chevron, Amazon y GM.