La producción de soja de la actual campaña cerró con un volumen de 43,3 millones de toneladas, con un incremento de 0,5% respecto al ciclo anterior, en un contexto en el que el clima jugó una mala pasada en los primeros meses del año, con falta de humedad y altas temperaturas que afectaron la posibilidad de un crecimiento mayor, informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) al dar cuenta el cierre de la cosecha a nivel país.

No obstante la finalización de la campaña, a la fecha la comercialización de granos por parte de los productores, marca un retraso del 18% respecto a igual período de la campaña anterior.

Los datos de esta campaña

De esta manera, la campaña 2021/2022 de la soja cerró con un saldo superior en 200.000 toneladas respecto a temporada 2020/2021, gracias a una mejora en los rendimientos obtenidos, ya que la superficie implantada fue de 600.000 hectáreas inferior a la del período previo.

En este sentido, el rinde promedio se ubicó en 27,9 quintales por hectárea (qq/ha), un 4,1% por encima al rendimiento medio de la campaña 2020/21, si bien fue el “tercero más bajo de las últimas cinco campañas”, puntualizó el BCBA.

A pesar de que en la temporada 2021/2022 la producción creció respecto al ciclo 2020/21, el volumen final obtenido fue 8,5% menor que el promedio de las últimas cinco trillas.

El número final también se ubicó por debajo de las expectativas iniciales del mercado, que proyectaban una cosecha en torno a 44 millones de toneladas

La producción por regiones

La principal razón por la cual la oleaginosa no pudo alcanzar las previsiones iniciales de producción fue “la falta de humedad y a las altas temperaturas a mediados del mes de enero que afectaron al cultivo mientras las siembras tempranas se encontraban iniciando su periodo crítico sobre el centro del área agrícola”, señaló la Bolsa de Cereales en su informe.

Así, las regiones productivas del núcleo norte y sur reportaron rendimientos medios de 29,5 y 32,4 qq/ha, cifras que representaron una merma del 14% y 2,4% respectivamente, al compararse los rendimientos medios de las últimas 5 campañas.

El NOA fue otra de las regiones golpeadas por el clima, con una importante ausencia de lluvias durante gran parte del ciclo del cultivo, cuestión que generó “importantes mermas”.

Foto archivo

Foto: archivo.

La zona productiva tuvo una caída del 15,2% en su rendimiento promedio hasta las 21,7 qq/ha.

En el NEA el clima fue más benévolo con la soja, con lluvias convenientes durante febrero y marzo, lo que permitió que los rendimientos exhibieran un crecimiento del 38,5% respecto a la anterior campaña, con 28,9 quintales por hectárea.

Finalmente, en el sur de Buenos Aires y La Pampa, donde más del 75% del área sembrada correspondió a soja de segunda, la producción acumulada fue de casi 1,3 millones de toneladas, con un rendimiento medio de 15,6 qq/ha, 5,5% por debajo de la medida de la región durante la campaña 2020/21.

“Esto fue consecuencia de la falta de humedad y las heladas tempranas a finales del mes de marzo mientras gran parte del área se encontraba en pleno llenado de grano”, explicó la entidad bursátil.

Más allá de la finalización de la campaña, la comercialización de los granos de soja marca un retraso de consideración, sobre todo si se tiene en cuenta que la diferencia entre la producción de la actual campaña y la anterior es de solo 200.000 toneladas.

Según la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, de una producción de 43,3 millones de toneladas, los productores comercializaron 18,53 millones de toneladas de la campaña 2021/22, mientras que a esta altura del año pasado las ventas sumaban 22,5 millones de toneladas, lo que representa un retraso del 18% para el período actual.

Por otro lado, las últimas proyecciones de exportación del complejo sojero estimadas por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) cerrarían con un valor récord de US$ 23.863 millones, que de concretarse significaría un aumento del US$ 387 millones respecto a lo facturado en 2021.

El mayor salto se dará en los embarques de aceite de soja, que alcanzaría los US$ 8.069 millones, US$ 968 millones más que el año pasado; seguido por los despachos de biodiésel, que sumarían US$ 273 millones más hasta los US$ 1.763 millones de 2021.

En tanto, las exportaciones de harina/pellets de soja pasarían de US$ 12.105 en 2021 a US$ 12.297 millones este año.

Por el contrario, por los embarques de poroto la facturación rondaría los US$ 1.734 millones, sensiblemente por debajo de los US$ 2.780 millones de 2021.