La intendenta, Bettina Romero, visitó a las abuelas que residen en el Hogar San Antonio de Padua, ubicado en Sarmiento 129.

Durante el encuentro, las residentes le compartieron sus experiencias, historias de vida e inquietudes.

“Para mí es lindo volver a verlas y poder estar juntas con todos los cuidados. Sepan que siempre pienso en ustedes y que no están solas. Siempre me acuerdo de nuestras charlas y por eso desde el municipio las acompañamos”, manifestó la mandataria.

La jefa comunal las escuchó y les detalló las acciones que se vienen realizando desde el municipio en todas las áreas para mejorar la ciudad.

Y agregó: “Mi principal desafío es hacer que la ciudad sea más amigable para todos. El primer eslabón es recuperar el respeto y mejorar la convivencia. Queremos lograr una Salta en la que los niños y adultos mayores puedan convivir en armonía”.

Durante la visita, también dialogaron sobre los operativos permanentes de limpieza, descacharrado y el levantamiento de autos abandonados en la vía pública que lleva a cabo la Municipalidad para que Salta esté mejor.

Por su parte, Severa Soto, residente del lugar, agradeció la presencia de la jefa comunal con una copla y dijo que: “Es un gusto contar con una Intendenta mujer que está a nuestro lado siempre”.

Finalmente, la jefa comunal aprovechó la oportunidad para agradecer el trabajo del personal y de los voluntarios.

El Hogar San Antonio de Padua fue donado por Lucinda Quiroz y se inauguró el 24 de octubre de 1916 en Sarmiento 129. Su fundador fue el padre franciscano Rafael Gobelli, quien organizó a los voluntarios para un trabajo continuo y comprometido.

Acompañó a la intendenta, Bettina Romero, la subsecretaria de Promoción Social, Inclusión y Discapacidad, Jacqueline Cobos.