Se van postergando los problemas y no hay soluciones integrales para cada vez mayores tensiones sociales y económicas”, expresó en TN.

Sobre la pérdida del poder adquisitivo ante la inflación y la fuerte inversión estatal en programas de asistencia a la producción y planes sociales, la cual busca sostener a los sectores más vulnerables ante la crisis mientras se inyecta dinero en la economía, Redrado se mostró de acuerdo con “alentar el consumo” para reactivar la economía pero no dejó de resaltar que si cae el salario real estamos complicados”.

“¿Qué me pregunta hoy el argentino en la calle? Cómo hace para llegar a fin de mes”, afirmó. “Si usted quiere consumir necesita un salario real potente, un salario real que le gane a la inflación, y este viene corriendo por detrás de la tasa de inflación”.

El expresidente del BCRA recordó que, en lo que va del 2021, “el salario va detrás de la inflación un 3,8% en promedio”. Y remarcó la caída del salario privado registrado desde el primer trimestre de 2018, la cual cierra en un 12%. También subrayó la situación incluso más dramática de los trabajadores informales, quienes en el mismo período observaron una caída del 26%.

La desigualdad es el peor problema que tenemos desde el punto de vista económico y social. El 50% de los trabajadores en la Argentina ha demostrado estar en la informalidad. Ese es el desafío, hay que formalizarlos”, recalcó.

Redrado también opinó sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) e insistió en la necesidad de “cambiar de enfoque” con un nuevo “programa hecho en la Argentina y por argentinos, un programa que ponga acento en la estabilización y el crecimiento económico”.

Hay que ir a fondo y no esperar la receta del Fondo Monetario. Los 26 programas que tuvo la Argentina desde mediados de los ‘50, que todos fracasaron, el común denominador es que fueron hechos en Washington y que le pidieron a la Argentina ajuste fiscal, ajustar la economía y ajuste cambiario, y así no fue“, se explayó el economista.

Sobre su reencuentro con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, enfatizó: “La noté muy bien. Cuando llegué, me dijo: ‘Me contaron que tenés buenas ideas sobre la economía argentina, te escucho’. Así que me escuchó”.

Consultado sobre si consideraría ser ministro de Economía, Redrado aseguró que su “compromiso es ayudar desde donde sea a transformar a la Argentina”. Y agregó que no necesariamente eso se logra “desde una posición política”.

Uno puede ayudar también desde el sector privado a atraer inversiones, a generar empleo. No me voy a cansar de trabajar desde donde sea para hacer que nuestros hijos puedan tener más y mejores oportunidades”, concluyó Redrado.

Redrado ya trabajó junto a la actual vicepresidenta. Fue presidente del Banco Central bajo el segundo mandato de Fernández de Kirchner en la Presidencia, cargo al que renunció en medio de un escándalo y con fuertes denuncias en el marco de una disputa sobre la utilización de las reservas. 

Los cruces y un despido judicializado y frenado por una cautelar habían sido disparados por la decisión del Gobierno de Cristina Kirchner de utilizar, por decreto, las reservas para pagar vencimientos de deuda. Redrado pedía una ley del Congreso en lugar del decreto y exigía, como mínimo, que el tema fuera tratado por el directorio del Banco.