La empresaria autopartista Carolina Castro dejó de ser la única mujer en integrar la mesa de decisión de la Unión Industrial Argentina. Seguirá teniendo el récord de haberse convertido en la primera, pero ahora estará acompañada por la ex ministra de Producción de Salta, Paula Bibini, y la empresaria del sector de celulosa Agustina Schcolnik, que -como Castro- proviene del semillero de la UIA Joven.

El comité ejecutivo de la UIA renovó cargos ayer, con Daniel Funes de Rioja como nuevo presidente, y la lista de unidad trajo, además de las disputas de poder entre grandes empresas y pymes, una mayor participación de mujeres en la mesa.

“Ahora somos tres de 26”, dijo Castro sobre los espacios que ocupan las mujeres en el comité ejecutivo, apenas el 10%, por debajo del 30% que se promueve en las leyes de cupo. “Todavía somos pocas pero somos el triple que hace dos años”, destacó la ex representante ante el B20, donde compartía escenario con Funes de Rioja.  Por otra parte, en la junta directiva de la gremial empresaria fabril, pasaron “de ser 8 a once”, según destacó en Twitter Castro.

Castro fue propuesta por el presidente saliente de la UIA, Miguel Acevedo, para ocupar su cargo, pero la propuesta no tuvo la aceptación necesaria. El 9 de julio pasado, formó parte del acto en Olivos por el día de la independencia y estar en ese lugar le valió quejas. Era la única mujer entre el G6 y la CGT. Lo cuenta ella misma en el libro Rompimos el cristal.

“Cuando terminó el acto, mi teléfono era un hervidero”, relata sobre esa experiencia de participación en el acto presidencial. “Quienes no me conocían querían saber quién era. Quienes me conocían querían saber por qué estaba ahí. Me pasé el día explicando algo que ni yo podía explicar”, agrega. Al final, concede: “Y por qué no?”

“Nuestras metas son trabajar en la integración de grandes, medianas y pequeñas empresas, la integración del sistema productivo en su conjunto y la integración de género y de jóvenes“, explica Schcolnik sobre los objetivos para esta etapa. Siempre hay dos ejes de trabajo: a corto plazo resolver los problemas de coyuntura y más a largo plazo, trabajar en un proyecto industrialista y de las regiones”, agregó la gerente de Celulosa San Pedro.

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“Queremos una industria federal, sustentable e inclusiva, hacia adentro y hacia afuera socialmente”, focaliza la flamante vocal del comité ejecutivo. La dirección apunta a sugerir un conjunto de políticas públicas para una Argentina industrialista y productivista.

DESDE ABAJO

“Si se trabaja en las bases, el resto se acomoda de manera natural”, plantea Schcolnik. “Yo vengo de UIA joven, esa es mi mayor experiencia en la gremial empresaria. A la hora de elegir autoridades este año vimos que el 65% somos mujeres. Esto no se impuso sino que es el trabajo que vinimos haciendo de agrandar las bases”, destaca.

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El proceso llevó trabajo. “Hace dos años éramos 30 y hoy somos más de 100. También se hizo un trabajo en las provincias y de género. La mitad de los jóvenes somos mujeres. A la hora de elegir autoridades fue más meritocrático que de género”, resume Schcolnik sobre cómo mejorar la participación de las mujeres.

Como representante de las industrias del Norte, Paula Bibini, asumió como segunda protesorera en la nueva comitiva de UIA. La ex ministra de Producción de Salta aboga por “redoblar el compromiso de trabajar por la industria argentina”.

Para la abogada y representante del sector frigorífico, pasar de una a tres mujeres amplió la mesa chica, aunque admite que es difícil ganar lugares en todos los ámbitos. Tanto Bibini como Castro forman parte del Consejo Económico y Social, donde se busca generar políticas de largo plazo.