Llega un maremoto de pagos pendientes y nuevos para los inquilinos. Por un lado, el 31 de marzo termina finalmente el congelamiento de los alquileres. Esto significa que aquellos que no hayan abonado el alquiler con las actualizaciones ni los montos de los últimos doce meses deberán saldar ahora sus deudas teniendo en cuenta el ajuste correspondiente.

Sumado a ello, el sindicato de los encargados de edificios cerró su paritaria 2021 con un 32% de aumento (que se realizará en cuatro tramos) e impactará directamente en el pago de las expensas. Las cámaras de administradores de consorcios estiman que la suba rondará el 30% interanual, aunque la primera se verá reflejada en mayo con un aumento del 5%.

Si bien cada caso es muy particular porque depende del contrato pactado y lo que se haya pagado durante el año, para tomar un ejemplo, un alquiler de un dos ambientes por el que no se abonó nada en los últimos 12 meses y por el que a principios del año pasado se pagaban $20.000 mensuales, y que debía ajustarse alrededor de un 20% semestral, acumula una deuda de $24.000 en el primer semestre y $28.800 en el segundo, es decir, $52.800. A eso se le debe sumar el interés compensatorio que se rige por la tasa del plazo fijo del Banco Nación. El decreto prevé que podrán aplicarse intereses compensatorios, pero no intereses punitorios ni moratorios, ni ninguna otra penalidad. Además, establece la posibilidad de pagar la deuda entre 3 y 12 meses. Entonces, abonará tras el descongelamiento los $28.000 por el alquiler mensual y $52.800 adeudados, que divididos en doce cuotas significan $32.400 por mes.

Ahora bien, si ese departamento abona hoy $5.000 de expensas, con el primer aumento tras la paritaria de los encargados deberá desembolsar $5.250. En total, un inquilino deberá pagar $37.250.

Cabe destacar que hay inquilinos que no pagaron nada, otros que durante el año abonaron un porcentaje, otros que congelaron lo abonado, así que cada caso es distinto.

Según Inquilinos Agrupados, el 35,7% no pudo pagar el alquiler de enero o lo abonó parcialmente, lo que “los ubica en una situación de posible desalojo”.

Días atrás, el Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios de Argentina (Cofeci) propuso la creación de una “tarjeta alquilar”, para subsidiar a los inquilinos y aplicar programas de financiamiento para aquellos inquilinos que hayan generado deudas durante la prórroga del DNU.

El ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, se refirió al endeudamiento de los inquilinos y dijo que a partir de abril se podrá “ver el resultado de esta situación y tener datos reales de quiénes están en posibilidades de desalojo”.