El propio Alberto Fernández reconoció en diálogo con C5N que la baja de retenciones temporal a la cadena sojera no está dando el resultado esperado. Si bien en un comienzo pareció que las agroexportadoras aceleraron sus operaciones, esta semana la historia cambió radicalmente. Según las estadísticas del ministerio de Agricultura, entre martes y miércoles solo se declararon operaciones de venta al exterior (DJVE) por apenas 140.000 toneladas de subproductos de soja.

Muy lejos parece haber quedado el envión inicial luego de que comenzara a regir la baja de retenciones el martes pasado, porque en aquel momento en apenas cuatro días las agroexportadoras declararon ventas al exterior por poco más de 1,23 millones de toneladas, lo que representaría el 70% de lo declarado en septiembre pasado y un ingreso de divisas de alrededor de u$s600 millones.

La menor declaración de ventas al exterior podría estar asociada al sorpresivo paro declarado por los gremios aceiteros pero lo cierto es que la medida no escaló mucho más allá de un cese de actividades por solo un día ya que ayer el ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y programó una reunión entre las partes para el próximo 20 de octubre.

Mientras tanto, la desaceleración de los DJVE de soja fue el marco del encuentro del equipo económico de Alberto Fernández, liderado por los ministros Martín Guzmán y Matías Kulfas, con los representantes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) y por eso en la agenda de trabajo se sumó el pedido expreso de los agroexportadores, nucleados en Ciara-Cec, para que el Gobierno revea algunos detalles técnicos que podrían contribuir a destrabar el ingreso de divisas.

El quid de la cuestión y tal como adelantó Ámbito semanas atrás, se encuentra en los granos que entran dentro de la baja de retenciones (los de la campaña 2019/2020) y los plazos de embarque. Según explican los agroexportadores la actual norma establece que para que entre en vigencia el recorte de la alícuota, los granos deben embarcarse en el mismo mes que se compran, cuando la legislación en Argentina y en el mundo permite registrar una operación, pero tiene varios meses para embarcarla. De esta manera, las empresas piden una flexibilización que permita el registro de la operación, que en la práctica significaría el ingreso de dólares y el prepago de los derechos de exportación, pero a su vez incluir operaciones por granos de la cosecha 2021. Un tecnicismo para nada menor que el ministro Guzmán sigue evaluando.

Agenda de trabajo

Más allá de los pedidos concretos de las cerealeras, el Gobierno avanzó ayer con el CAA en la puesta en marcha de una agenda de trabajo conjunta con diversos focos. El primero y principal, dinamizar las exportaciones y fomentar el agregado de valor. El segundo ítem es la elaboración de una Ley de promoción exportadora para el sector, justamente lo que están impulsando los referentes de la agroindustria nucleadas en esta flamante coalición nacida en plena pandemia.

Concretamente ayer se armaron grupos de trabajo que comenzarán a trabajar a partir del lunes para elaborar el ante proyecto de Ley de promoción exportadora, otro enfocado en las economías regionales, el tercero que abarcará el tema cárnico y el último que tendrá como objetivo establecer medidas para facilitar exportaciones.

El próximo encuentro será el 4 de noviembre y a partir de ahí se avanzaría con medidas concretas para el sector.

Además de Guzmán y Kulfas, fueron parte del encuentro, el ministro de Agricultura Luis Basterra, la titular de la AFIP Mercedes Marcó del Pont y el jefe de Gabinete Santiago Cafiero.

Por parte del CAA, asistieron, Gustavo Idígoras (Ciara-Cec), José Martíns (Bolsa de Cereales de Buenos Aires) y Dardo Chiesa (Mesa de las Carnes), entre otros.