Se incluiría granos de la próxima campaña porque la medida, hasta el momento, no está dando el resultado esperado. Los productores aún tienen en su poder unos 16,9 millones de toneladas de soja de la campaña 2019/20.
Por otra parte, el anuncio de una rebaja temporal de retenciones podría convertirse en un arma de doble filo para la economía argentina. Es decir, si los productores guardan el grano en sus silos a la espera de algún beneficio del Gobierno, la situación podría volverse todavía más compleja de cara al año que viene.
Con esto en mente el gabinete económico remarca que el plan será ofrecerle un horizonte de estabilidad y herramientas financieras a los productores agropecuarios. En este esquema la suba de los precios internacionales, ayer en Chicago la soja alcanzó su mejor valor en dos años y cerró a u$s385,6, junto a los plazos fijos atados a la cotización del dólar, presentaría un escenario un tanto más favorable para el agricultor.
“El diferencial de retenciones es clave para el sector porque las empresas están trabajando con una capacidad ociosa del 50%. Más allá de la polémica con el sector productivo, lo cierto que moler en la Argentina no estaba siendo conveniente. A nosotros tampoco nos conviene que el productor no venda su cosecha porque las empresas no tienen qué moler, lo que más nos beneficia a nosotros son las grandes cosechas y poder exportar más harina y aceite”, detalló un industrial aceitero en diálogo con Ámbito.
Interna verde
Como si le faltaran condimentos a este panorama, continúa la polémica entre los integrantes de la Mesa de Enlace y el Consejo Agroindustrial Argentino. FAA, Coninagro y la Federación Agraria no quisieron ser parte del anuncio oficial de baja de retenciones y salieron directamente a criticar la reimplementación del diferencial a favor de aquellos productos con valor agregado como aceite y harina.
Las entidades de productores amenazan con dar un portazo del CAA y por eso la coalición agroindustrial emitió ayer un comunicado con el afán de cerrar definitivamente los dimes y diretes, en donde expresó: “el CAA sostiene que es indispensable que el productor agropecuario tenga claros incentivos a producir más para lo cual es necesario trabajar en un esquema de reducción de la alta carga de impuestos nacionales, provinciales y municipales, como así también la necesidad de mejorar la competitividad y promover la inversión con visión exportadora”.
A su vez el CAA adelantó en el mismo acto que en la próxima reunión se tratará particularmente temas de interés para el sector primario: “El CAA acordó su agenda de trabajo para el 14 de octubre con el Gobierno Nacional y propone lograr una Hoja de Ruta concreta, de corto y mediano plazo, que favorezca la producción, el empleo, la comercialización y las exportaciones. Se reiteró que el productor agropecuario es esencial para lograr el desarrollo económico integral; por lo que se debe atender prioritariamente sus necesidades que están incluidas en las propuestas de la Estrategia de Reactivación Agroindustrial”.
La cuestión promete levantar más polvareda en los próximos días, porque la Mesa de Enlace anunció que realizará una conferencia de prensa el viernes. De los habituales comunicados, las entidades rurales prometen pasar a la acción, porque viven como un desprecio del Gobierno no haber sido invitados a la reunión del próximo martes con Guzmán y Kulfas.
A su vez, en el Gobierno dicen que el diálogo está abierto y que incluso la Mesa de Enlace fue invitada a la Casa Rosada en día de los anuncios pero que no asistieron.