El 1 de octubre pasado el astillero Naval Group botó el primer patrullero de construcción integral francesa destinado a la flota de la Armada Argentina. Se trata del segundo de una serie de cuatro,-tres nuevos y uno usado-, adquiridos a Francia.
El primero, (P 51) ARA Bouchard, se incorporó en febrero pasado a la División de Patrullado Marítimo con asiento en Mar del Plata, es de segunda mano, ex L’Adroit de la marina francesa y debutó con la captura de un pesquero chino que operaba ilegalmente dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina.
El nuevo patrullero recibió el nombre ARA Piedrabuena, alcanzó la última etapa de equipamiento en el astillero de la localidad de Concarneau (Francia) luego de 19 meses desde el inicio de su construcción. La pandemia no afectó el ritmo de trabajo de los operarios de Naval Group, el astillero cumplió los hitos del programa en tiempo y forma de acuerdo con lo estipulado en el contrato. El flamante navío recupera el nombre de un marino ilustre, Luis Piedrabuena que la Armada había honrado ya designando con ése apellido a cuatro buques anteriores. El último de la saga, el destructor (D 29) ARA Piedrabuena, fue retirado del servicio en 1986, participó en el conflicto del Atlántico sur formaba parte del grupo de tareas 79.3 junto con el destructor (D 26) ARA Bouchard y el crucero (C 4) ARA General Belgrano, rescató 278 tripulantes del crucero luego de que fuera torpedeado por el submarino británico HMS Conqueror. El Piedrabuena al mando del capitán de fragata Patricio Vega está en la etapa de integración de sistemas, la instalación de sensores, centro de comando y control, sistema de gestión de combate Polaris, interconexión de la planta motriz, incorporación del armamento: el sistema MARLIN–WS; provisto por la empresa italiana Leonardo; que opera de forma remota un cañón de 30 mm, pedido específico de los marinos criollos para contar con un arma de última generación, con sistema de dirección y control de tiro de operación diurna y nocturna, con capacidad para batir múltiples amenazas a la vez aunque no es un sistema de guerra, sino más bien apto para teatros operacionales de muy baja intensidad. El patrullero Bouchard que en la actualidad está desplegado en misión de control marítimo aún no dispone del cañón. La pieza de artillería quedó demorada en la UE por el impacto de la pandemia en los trámites logísticos de traslado a la Argentina. Este patrullero sólo cuenta con ametralladoras de 12.7 mm para repeler o disuadir pesqueros ilegales.
El Piedrabuena estará listo para su incorporación a la Armada en el segundo trimestre de 2021, en simultáneo el astillero francés trabaja en el completamiento del tercer patrullero nombrado (P53) ARA Almirante Storni cuyo comandante es el capitán de fragata Oscar Latorre y se entregará en el tercer trimestre del mismo año. El cuarto navío (P 54) ARA Bartolomé Cordero se encuentra en proceso de ensamble y será recibido por la Armada en abril de 2022.
El Gobierno anterior autorizó la cifra de 319.034.689 euros para la compra de los cuatro OPV (sigla inglesa de ocean patrol vessel). El astillero francés constructor ofreció financiar a través de entidades bancarias el 100 por ciento del contrato comercial con 5 años de gracia, a tasa soberana. Tocó a la gestión de Alberto Fernández desembolsar cuotas en pago del contrato financiero, en junio, 13 millones de euros que se repetirá en diciembre venidero con el mismo monto. Miradas actuales apuntan que los argentinos se endeudaron para darles trabajo a los franceses. En otra etapa de la Argentina que no es el presente, Astilleros Río Santiago, construyó buques de mayor complejidad tecnológica, como las corbetas Meko 140, aunque el programa de entrega de los 2 últimos buques de la serie de 6 estuvo paralizado casi 10 años por el eterno problema presupuestario. En el decreto Nº 1078/2018 firmado por Mauricio Macri se dio el visto bueno al contrato de línea de crédito suscrito entre Argentina y las instituciones bancarias Santander S.A., Credit Agricole Corporative and Investement Bank y Natixis que financian el 100 por ciento del denominado Proyecto de Recuperación de la Capacidad de Patrullado Naval Marítimo. El objetivo del proyecto es mejorar la vigilancia y control marítimo con esos navíos en el área oceánica de interés, cuya extensión es de 1.159.063 km² en la Zona Económica Exclusiva.