Algo más previsible fue la dinámica que adquirió el dólar blue, que también tuvo una importante suba: las cuevas de la City pasaron de venderlo a un promedio de $131 a uno de $144 al cierre de ayer.
“Algunas medidas arrojaron incertidumbre más que certezas y la incertidumbre es la peor señal para el mercado financiero”, sostuvo Darío Epstein, director de Research For Traders. Para Epstein, haber restringido las ventas de 200 dólares era previsible, “pero forzar a las empresas a reestructurar el 60% de la deuda que vence de acá a diciembre tira por tierra el logro de haber llegado a un canje tan exitoso”.
En línea con este comentario, el director de la consultora LCG, Guido Lorenzo, señaló: “La efectividad de la normativa se podría ver en los resultados: el Banco Central perdió reservas en casi todas las ruedas. Y estamos con una brecha más alta. Las medidas no fueron efectivas y tuvieron un costo político muy alto, ya que dejaron muy mal parado al ministro de Economía, Martín Guzmán”.
En economía muchas veces los tomadores de decisiones deben optar por ajustar por precio o por cantidad y, claramente la decisión del BCRA fue cuidar que el valor oficial no se dispare y que la variable a tocar fuera el volumen de divisas al que acceden la población y las empresas. En ese sentido, Lorenzo consideró: “Mientras más se quiera reprimir el tipo de cambio, peor va a ser el reflejo en el paralelo”.
El director de estudio EcoGo, Federico Furiase, también ve complicado que el Gobierno pueda mantener las actuales microdepreciaciones diarias, aún con las medidas de cerrojo: “Esta dinámica es muy difícil de sostener si no hay un shock de confianza desde la política y una señal de consolidación fiscal, en el marco de un nuevo acuerdo con el FMI, más alguna señal que mejore los incentivos para las exportaciones”.
Para Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment, el Gobierno viene tomando una serie de decisiones que son vistas por el mercado como antiempresariado, entre las que incluye la ley de teletrabajo, el impuesto a las grandes fortunas, el decreto que regula a las compañías de telecomunicaciones y las mencionadas iniciativas del BCRA. “Las medidas fueron mal tomadas y tiraron por la borda mucho de lo que se ganó con el canje de la deuda”, resumió.
De cara a los próximos meses, Chialva afirmó: “Si la gente reacciona mal van a tener que subir las tasa para depósitos en pesos y se entra en otra dinámica compleja. Habrá que esperar la transición hasta que lleguen los sojadólares en marzo sea lo más tranquila posible. Imagino al Gobierno intentado que el campo venda los dólares que están en los silo bolsas”.
Quien arrojó una mirada un tanto más optimista fue Victoria Giarrizzo, directora de CERX: “La gente, de a poco, comienza a acostumbrarse al nuevo cupo y el pesimismo que generan las medidas en las próximas semanas seguirá bajando. A diferencia de otras veces, las versiones de corralito o de que todo explota fueron más limitadas”.
Sin embago, Giarrizzo también aclaró: “Las que siguen muy preocupadas son las empresas con deudas en dólares y el malestar seguirá en tanto esa medida continue”.
Otras de las críticas vertidas por algunos de los analistas tienen que ver con que perciben un sesgo antiexportador en las normativas: “Uno de los anuncios tiene que ver con que las prefinanciaciones de exportaciones van a tener que ser aprobadas por el BCRA, algo que limita aún más las ventas al exterior, que es la forma de conseguir dólares que tiene el país”, concluyó Epstein.
Además, el director de Resarch For Traders se refirió a los temores en parte de la población respecto de lo que tiene que ver con los ahorros: “Si vos sumás los encajes, más la posición de dólares líquidos de los bancos, tenés una cobertura de los depósitos en dólares del 90%. Sin embargo, cuando tomás medidas erradas en el marco cambiario y generás incertidumbre la gente racionalmente se asusta”.