- El trabajo reveló que la insuficiencia objetiva de ingresos corrientes de los hogares durante la cuarentena, “se hizo más pronunciada entre los hogares del conurbano bonaerense, los hogares con niños y aquellos pertenecientes a la clase trabajadora marginal y al estrato muy bajo, entre otras variables de desigualdad social”.
Entre julio-octubre 2019 y mayo 2020, se observa que el déficit de ingresos en los hogares “se incrementó de manera significativa, pasando de 13,5% a 29,4%” pero si se evalúa en términos de trayectorias, “el 8,2% de los hogares tuvieron déficit en la capacidad de consumo en ambos años, mientras que un 21,2% empeoró su situación del 2019 al 2020”.
Sin embargo, el trabajo advierte que “se observan importantes disparidades” en el conurbano bonaerense, donde “el deterioro de recursos fue más marcada en los hogares que eran pobres en 2019”, que no contaban con empleo registrado ni acceso a la seguridad social.
En cuanto al impacto laboral de la pandemia, según los datos del Observatorio de la Deuda Social, el 8,2% de los ocupados perdió su empleo o no puede realizar su actividad por cuenta propia, el 39,3% está suspendido o debió dejar de trabajar, el 4,2% tiene licencia por ser parte del grupo de riesgo, el 22% está trabajando menos horas y sólo el 26,4% sigue trabajando como siempre o más horas.
En este aspecto, se resaltó que los trabajadores del conurbano bonaerense presentan una situación más adversa que los de CABA; el 9,8% perdió el empleo o se quedo sin trabajo y el 41,6% está suspendido o debió dejar de trabajar, en comparación con el 3,3% y el 32%, respectivo de los trabajadores de la ciudad autónoma.