La Cancillería argentina lamentó este martes la decisión del Departamento de Comercio estadounidense de mantener las sanciones contra el biodiésel producido en el país al imponer aranceles a la importación de este productos bajo el argumento de un supuesto dumping y subsidio a la producción.
Fuentes de la Cancillería dijeron a Télam que “no se provee subvención alguna” a esta industria y que el país se “reserva el derecho recurrir al sistema de solución de diferencia de la Organización Mundial de Comercio” en reclamo por esta decisión.
“Argentina lamenta profundamente la contradicción en la que ha incurrido el Departamento de Comercio de los Estados Unidos y se reserva el derecho recurrir al sistema de solución de diferencia de la OMC a fin de defender los derechos de sus exportadores”, dijeron las fuentes.
En enero de 2018, tras la presión ejercida por la cámara estadounidense de la industria de biodiesel (National BIodiesel Board NBB), el Departamento de Comercio decidió imponer aranceles a la importación de biodiésel argentino por supuesto dumping y subsidios a la producción por parte del Estado argentino, que varían entre el 132% y el 157%.
En ese momento, la dependencia estadounidense dijo que decisión se debía a que el esquema de derechos de exportación argentino beneficiaba la producción de biodiésel, ya que la materia prima (aceite de soja) para la elaboración del biocombustible era alcanzada por retenciones, pero el biodiésel no.
Tiempo después, el gobierno de Mauricio Macri decidió que el biocombustible comenzara a tributar retenciones del 15%, lo que llevó a la industria argentina a realizar una presentación a la dependencia estadounidense para que inicie una investigación para rever la decisión al aducir un “cambio de circunstancias”.
Dicha petición fue aceptada y en julio de 2019, el Departamento de Comercio emitió una decisión preliminar que prácticamente habría eliminado las tasas de derechos compensatorios, al tiempo que mantenía las tasas de antidumping, decisión que quedó sin efecto el 7 de mayo, cuando decidió que los aranceles vuelvan a los niveles originales tras la sanción.
A partir de esto, fuentes de Cancillería explicaron que “el Gobierno argentino fue absolutamente claro durante los procedimientos de revisión en subrayar que los últimos cambios adoptados resultaban irrelevantes para los procedimientos de revisión, por cuanto el diferencial entre los derechos aplicados al poroto y aceite de soja, por un lado, y el derecho aplicado al biodiesel, por otro, permanece inalterado en 3% desde septiembre de 2018″.
También remarcaron que “resulta muy claro que los derechos de exportación, lejos de constituir un instrumento deseado, han sido y son una herramienta fiscal ineludible en momentos de emergencia económica como el presente” y que “Argentina a diferencia de muchos países desarrollados, no provee subvención alguna a la industria del biodiesel”.
Por último, las autoridades aseguraron que “continuaremos trabajando en conjunto con Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) en instancias de apelación y en la apertura de nuevos mercados”.