A la salud y la economía se suma la contención social. El gobierno nacional primero realizó una prueba piloto en Quilmes junto al Ejército para montar cocinas de campaña y alimentar al sector de la población más vulnerable. Como le anticiparon los intendentes del conurbano a Alberto, en los barrios de emergencia la cuarentena es impracticable. En condiciones de hacinamiento, las familias de entre seis y ocho personas no pueden resistir adentro de una casilla de chapa con 30 grados de sensación térmica. Tampoco pueden trabajar ni realizar changas. Para evitar desbordes, el Presidente movilizó al Ejército. Pero la prueba piloto de Quilmes no tuvo aceptación de parte de la mayoría de los intendentes. Consideran que ubicar cocinas de campaña para alimentar a la población en puntos fijos potenciará el movimiento de gente en los barrios y espiralizaría los contagios.
El miércoles en La Matanza se resolvió mantener la presencia del Ejército en el conurbano, donde habitan más de 14 millones de personas, pero con la modalidad solicitada por los jefes comunales. El reparto de bolsones de comida casa por casa. Fernando Espinoza explicó a los funcionarios nacionales y del Ejército cuáles son los puntos más críticos del territorio que gobierna, y en dónde habrá que concentrar las tareas de asistencia alimentaria. La vicegobernadora Verónica Magario explicó que en La Matanza se realizará una “prueba piloto para después replicar la experiencia en otros lugares de la provincia de Buenos Aires” que también requerirán refuerzo alimentario.
En la Quinta de Olivos la preocupación hoy se enfoca en tres factores: el despegue de la curva de contagios aún con altas temperaturas, la circulación local del COVID 19 más allá de los casos importados, y el peligro de que el virus se espiralice en barrios de emergencia del conurbano bonaerense. La provincia de Buenos Aires marcó el regreso de Cristina Kirchner a escena. Después de su viaje a Cuba, la vicepresidente se encuentra cumpliendo el aislamiento en su departamento. Desde allí llama a dirigentes del conurbano para interiorizarse sobre el reparto de alimentos en los barrios, los controles de precios y la disponibilidad de camas para la emergencia.