El Gobierno reglamentará esta semana el aumento salarial para los empleados estatales, que será de $4.000 a pagar en dos cuotas y solo alcanzará a aquellos que perciban salarios por debajo de los $60.000.

De esta forma, la Casa Rosada otorgará a los trabajadores públicos un monto igual al otorgado para el sector privado.

La novedad para los estatales llegó tras una reunión que mantuvieron el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el ministro de Trabajo Claudio Moroni con el secretario general de Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez.

El incremento será absorbido por las futuras negociaciones paritarias y entrará en vigencia esta semana, a partir de su publicación en el Boletín Oficial.

A diferencia del aumento que se les otorgó a los trabajadores del sector privado en relación de dependencia, que percibirán un primer incremento de $3.000 con el sueldo de enero y otro de $1.000 con el de febrero, para los estatales empezarán a regir las mismas cuotas, pero para los salarios de febrero y marzo.

Pese al reclamo de los gremios estatales de que no haya “topes” para el incremento salarial, el Gobierno avanzará en ese sentido aunque propone “revisar” el esquema recién en marzo cuando se inauguren las negociaciones paritarias de este año para “evitar que se aplaste la pirámide salarial”, aseguraron tanto desde UPCN como de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

La medida impactará como adelanto de los futuros aumentos salariales del corriente año, por lo que se respetarán las “cláusulas gatillo” acordadas el año pasado con la anterior administración nacional: 10% dividido en dos tramos, 5% en enero y el otro 5% en febrero.

Bono Anses

Los bancos se colmaron el 27 de diciembre pasado, cuando el ANSES (Administración Nacional de la Seguridad Social) anunció que los jubilados y jubiladas, pensionados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo podían cobrar el bono extraordinario que el Gobierno Nacional decidió otorgar. Esto había sido en el marco de la política de solidaridad social y de apoyo a los sectores de menores ingresos.

La medida, que apunta a sostener a los segmentos más vulnerables y golpeados por la crisis económica y social que atraviesa la Argentina, implica el pago de $2.000 para quienes perciben la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo y de hasta $5.000 para los jubilados y pensionados que cobran los haberes más bajos del sistema previsional.